La atención veterinaria a domicilio representa una alternativa cada vez más solicitada, especialmente durante el verano, cuando las altas temperaturas en Santiago del Estero complican tanto el bienestar de los animales como las condiciones de trabajo de los profesionales. Desde el sector, se advierte que si bien esta modalidad es útil, también tiene limitaciones importantes que deben ser comprendidas por la comunidad.
El veterinario Leandro Cooreman, en diálogo con La Hora de las Mascotas explicó que en los meses de calor, la demanda de visitas a domicilio aumenta considerablemente. Esto se debe a que las patologías asociadas al verano, como la miasis, las dermatitis y los golpes de calor, se presentan con mayor frecuencia. Sin embargo, aclaró que en muchos casos estas afecciones no pueden tratarse adecuadamente en un entorno domiciliario y requieren la intervención en consultorio, ya sea para realizar estudios de diagnóstico por imagen, análisis o incluso internaciones.
También comentó que el frío del invierno, si bien trae problemas respiratorios como la tos o las alergias, suele ser más llevadero en comparación al estrés térmico del verano. Aun así, señaló que muchas veces los dueños de mascotas subestiman los síntomas, creyendo que una simple pastilla puede solucionar cuadros complejos.
Cooreman remarcó la necesidad de concientizar sobre la prevención y sobre el rol fundamental del veterinario. Mencionó, por ejemplo, el caso de un perro con síntomas respiratorios, cuyo propietario creyó erróneamente que un collar de marlo podía curar el moquillo. La confusión era tal, que la persona pensaba que el animal “se olvidaba de la enfermedad” al rascarse con el collar. Según el profesional, este tipo de creencias erradas demuestran la urgencia de reforzar la educación sobre la salud animal.
Por último, señaló que el moquillo es una enfermedad viral compleja, que requiere tratamiento adecuado y, ante todo, prevención mediante el cumplimiento del plan de vacunación. Enfatizó que, al igual que en la salud humana, en veterinaria prevenir es mucho más barato que curar, y recomendó acudir al consultorio con el carnet sanitario actualizado, realizar los controles a tiempo y evitar el uso de remedios sin indicación profesional.
BENEFICIOS DE LA ATENCIÓN VETERINARIA DOMICILIARIA
Uno de los beneficios más destacados es la comodidad y accesibilidad que ofrece. Programar una visita permite actuar con tiempo ante síntomas leves o consultas generales, evitando que una situación evolucione hacia una urgencia. Desde el ámbito veterinario se recomienda, siempre que sea posible, programar las visitas con antelación y no esperar a que el cuadro se agrave.
También es útil para la atención primaria y los primeros auxilios, por ejemplo, ante heridas leves, cortes o infecciones externas. En estos casos, el veterinario puede realizar curaciones básicas, controlar el dolor, aplicar medicación preventiva (como antibióticos) y dejar indicaciones para continuar el tratamiento. Sin embargo, si la herida requiere sutura o intervención quirúrgica, es indispensable el traslado del animal al consultorio.
Hay situaciones donde la atención domiciliaria no es suficiente. Por ejemplo, cuando un perro presenta vómitos y diarrea por varios días y ya entra en shock hipotérmico, necesita internación urgente, monitoreo constante y medicación intravenosa con control de dosis, ritmo cardíaco, temperatura y otros parámetros clínicos. Estas condiciones solo pueden ser tratadas adecuadamente en un centro veterinario equipado.
En cambio, hay afecciones comunes —como la tos en perros durante los cambios de estación— que sí pueden ser tratadas en domicilio de forma efectiva. En estos casos, el profesional evalúa al animal, receta la medicación correspondiente y deja indicaciones claras. Además, se programa un control posterior para verificar la evolución del tratamiento, lo cual forma parte del protocolo adecuado.
El seguimiento es fundamental. Por eso, los veterinarios insisten en la importancia de la comunicación con los tutores: dejar registro de los medicamentos aplicados, enviar indicaciones por escrito o vía WhatsApp, y establecer canales de contacto para dudas o nuevas consultas. También remarcan que no debe haber vergüenza en contar si el animal sigue con síntomas o no ha mejorado; la sinceridad y el control permiten un mejor diagnóstico y resolución del caso.
En síntesis, la atención veterinaria a domicilio es una herramienta muy útil en el cuidado animal, siempre que se utilice con criterio y en los casos apropiados. Puede ser resolutiva en ciertos cuadros leves o iniciales, y también sirve como puente para contener, asistir y orientar a la familia hasta que el animal pueda ser trasladado a un consultorio.