El Presidente desmintió la última revisión del Fondo, en la que se indicaba una posible depreciación del tipo de cambio del 30%. “No es un tema monetario, es un tema de competitividad. La riqueza no se imprime, se genera”, subrayó. Además, se refirió a la “inflación 0” en alimentos durante los primeros días de junio.
El presidente Javier Milei negó este lunes que el Fondo Monetario Internacional (FMI) le haya pedido una nueva devaluación del tipo de cambio durante la octava revisión del programa y aseguró que el problema de la Argentina “no se arregla así” porque “no es monetario” y “la riqueza no se imprime, se genera”.
“El problema argentino no es un problema monetario; es un problema de competitividad, es un problema real, y eso no se arregla devaluando. Eso es como creer que usted puede incrementar la cantidad de carne que come por el simple hecho de que imprime dinero. La riqueza no se imprime, la riqueza se genera”, subrayó.
Milei argumentó que “lo único que va a hacer” una devaluación es “distorsionar la señal de precios, hacer caer brutalmente los salarios en dólares y generar pobres e indigentes” y “no termina de arreglar el problema real”. “Puede haber fluctuaciones, pero no tienen que ver con las características del funcionamiento del sistema”, indicó.
También responsabilizó a los diputados, a quienes volvió a tildar de “degenerados fiscales que quieren romper el equilibrio fiscal”, por la suba del riesgo país y la caída de los bonos. “El dólar no saltó por un problema de índole monetaria o del mercado de cambio, sino porque se contaminó el precio de los bonos con el accionar de estos diputados irresponsables”, sentenció.
El Presidente se refirió también al informe de la consultora Econométrica que registró una “inflación cero” durante la tercera semana de junio, algo que ocurre por primera vez en 30 años. “Eso significa que vamos por el camino correcto. Todavía falta mucho, pero empiezan a aparecer indicios de que las cosas están funcionando”, celebró.
“Que no se reconozcan los logros habla de la miseria o de la incompetencia de otros colegas. La verdad que no hay país en el mundo donde no nos reconozcan nuestra tarea titánica y, lejos de cuestionarnos la política social, la ponderan porque entienden que hubiera sido una catástrofe si no hubiéramos actuado correctamente”, concluyó.