Lo había adelantado el vocero, Manuel Adorni. Pasará a llamarse Francisco Pascasio Moreno. La norma marca que “la denominación o identificación de obras de infraestructura pública, monumentos históricos, edificios y afines en ningún caso debería responder a intereses políticos”.
El Gobierno oficializó el cambio de nombre del gasoducto que conecta Vaca Muerta con la provincia de Buenos Aires, conocido hasta ahora como “Gasoducto Presidente Néstor Kirchner”. Según la resolución 326/2024 publicada en el Boletín Oficial, el ducto se denominará de ahora en adelante “Gasoducto Perito Francisco Pascasio Moreno”. Este cambio, que había sido anunciado por el vocero presidencial, Manuel Adorni, en sus redes sociales, busca reflejar “los valores fundamentales de la República Argentina” y resaltar figuras históricas con legado nacional, como el de Perito Moreno, cuyo trabajo “consolidó la soberanía en la Patagonia”.
La construcción del gasoducto, declarada de interés público nacional en 2022, fue promovida bajo el Programa Sistema de Gasoductos “Transport.Ar Producción Nacional”. Este proyecto estratégico tiene el propósito de transportar el gas de las cuencas Neuquina, Golfo San Jorge y Austral hacia los principales centros de consumo del país, además de facilitar la exportación de gas a Chile y Brasil. La infraestructura incluye un trayecto que parte de Tratayén, en Neuquén, atraviesa las provincias de Río Negro, La Pampa, Buenos Aires, y finaliza en San Jerónimo, en Santa Fe.
La decisión de renombrar el gasoducto se suma a otros cambios simbólicos impulsados por el Gobierno, como la reciente modificación del Centro Cultural Kirchner, que pasó a llamarse “Palacio Libertad Centro Cultural Domingo Faustino Sarmiento”. La modificación del nombre, según la Secretaría de Energía, refleja un “compromiso con valores fundacionales y con la neutralidad de los espacios y bienes públicos” y consolida una visión que priorice “la identidad y los valores nacionales en obras públicas”. En el caso del gasoducto, la figura de Francisco Pascasio Moreno —conocido como Perito Moreno y recordado por su defensa de la soberanía nacional— fue elegida en línea con estos objetivos.
Desde su planeamiento inicial, la infraestructura del gasoducto fue fundamental para reducir la importación de Gas Natural Licuado (GNL) y aumentar la autonomía energética del país. En junio pasado, el Gobierno lanzó la licitación para el segundo tramo de la obra, que permitirá duplicar su capacidad a 40 millones de metros cúbicos diarios, transportando gas desde Vaca Muerta hasta el litoral. La construcción de esta fase está programada para concluir en marzo de 2026, y se estima una inversión de 2554 millones de dólares en colaboración con capitales privados.
El gasoducto ha tenido un impacto considerable en la economía energética, inicialmente financiado con fondos públicos y con un costo de 2700 millones de dólares. Para la nueva fase, en cambio, el Gobierno planea colaborar con el sector privado para cubrir los costos.
Eduardo Rodríguez Chirillo, exsecretario de Energía, había propuesto además la creación de una empresa nacional, Transportadora de Gas del Centro (TGC), para operar este gasoducto y gestionar el financiamiento de proyectos futuros de expansión. Sin embargo, Chirillo fue desplazado y ocupó su lugar María del Carmen Tettamanti.
Desde la Casa Rosada aspiran a que estas decisiones transmitan “el espíritu y la acción de los próceres de la Patria”, integrando la historia argentina en el contexto de un plan estratégico de transición energética al año 2030.