El invierno llegó contemperaturas extremas en la provincia de Santiago del Estero. Ante ello el Dr. Mauro Ruise, Médioc Cardiólogo brindó una serie de recomendaciones para reducir el riesgo de complicaciones en los pacientes cardiológicos.
Con la llegada del invierno, las personas con hipertensión deben prestar especial atención a su salud. Las bajas temperaturas no solo generan incomodidad, sino que también pueden afectar directamente el sistema cardiovascular. El frío provoca una respuesta natural del organismo llamada vasoconstricción, que consiste en el estrechamiento de los vasos sanguíneos para conservar el calor corporal. Este proceso, aunque necesario, incrementa la resistencia en las arterias y puede elevar los niveles de presión arterial, especialmente en quienes ya tienen antecedentes cardíacos o neurológicos.
“Es fundamental tomar precauciones durante los días de bajas temperaturas, especialmente en niños y personas mayores de 65 años”, advirtió el Dr. Ruise. También destacó que quienes presentan mayor riesgo ante el frío son los pacientes con hipertensión, diabetes, enfermedades renales y cardiopatías.
“Las bajas temperaturas provocan vasoconstricción, un mecanismo por el cual las arterias se estrechan para conservar el calor corporal. Esto eleva la presión arterial, exige un mayor esfuerzo del corazón y puede comprometer órganos vitales”, explicó.
Ruise alertó que esta situación puede derivar en eventos graves como infartos o accidentes cerebrovasculares. A esto se suma un estilo de vida más sedentario durante el invierno, acompañado de una alimentación más calórica, con mayor contenido de sal y porciones más abundantes. Todos estos factores contribuyen al aumento de la presión arterial y al riesgo de descompensaciones.
Cómo cuidarnos del frío: recomendaciones para proteger la salud cardiovascular
Con la llegada del invierno, es fundamental adoptar una serie de cuidados para prevenir complicaciones asociadas a las bajas temperaturas, sobre todo en personas mayores o con enfermedades cardiovasculares. El frío extremo representa un riesgo para la salud, incluso en personas sanas, por lo que es importante actuar con precaución y responsabilidad.
Según el especialista , durante las primeras horas de la mañana y en las últimas de la tarde es cuando más baja la temperatura, por lo que se recomienda evitar la exposición en esos momentos. Si se desea realizar actividad física, lo ideal es hacerlo entre las 10 y las 17 horas, cuando el cuerpo está menos expuesto al estrés térmico.
Vestimenta adecuada
Uno de los puntos clave es la ropa. El cuerpo pierde calor principalmente por la cabeza y las extremidades, por eso es importante cubrirse bien con gorro, bufanda y guantes. Lo ideal es usar tres capas: una camiseta de algodón para absorber la transpiración, una prenda intermedia como pulóver y una campera impermeable para proteger del viento y la humedad.
Alimentación e hidratación
En invierno es común aumentar la ingesta calórica, pero se debe evitar el exceso de sal y moderar el consumo de alimentos muy grasos. También es importante mantenerse hidratado, aunque la sensación de sed sea menor. El alcohol, lejos de ayudar, interfiere con la regulación térmica del cuerpo, dando una falsa sensación de calor que puede ser peligrosa.
Evitar el tabaco
El cigarrillo, además de sus efectos negativos conocidos, agrava los riesgos en climas fríos. Puede provocar espasmos en las arterias coronarias, lo que aumenta las posibilidades de sufrir un infarto o un accidente cerebrovascular.
Actividad física con precaución
La actividad física debe mantenerse, pero con sentido común: siempre en horarios donde el frío no sea tan intenso, con ropa adecuada y sin exigencias extremas, especialmente si existen antecedentes cardíacos.
En conclusión, cuidarse del frío no solo es abrigarse: es adoptar un conjunto de hábitos que protejan nuestra salud integral. La prevención es la mejor herramienta para atravesar el invierno sin complicaciones.