En el último episodio del ciclo “Emprender Hoy”, Guillermo abordó un tema fundamental: la mentalidad emprendedora, esa forma de pensar que convierte los desafíos en oportunidades y los errores en aprendizaje.
“Antes de tener un logo, un producto o una red social, necesitamos una forma de mirar el mundo. Esa mentalidad es el activo más valioso que un emprendedor puede tener”, destacó Guillermo.
Tener mentalidad emprendedora, aclararon, no significa ser optimista todo el tiempo ni trabajar sin parar, sino enfocarse en soluciones, aprender de los errores y avanzar pese a los obstáculos. Según el experto, los emprendedores exitosos no dependen de la suerte o los contactos, sino de una decisión interna: creer en lo que pueden construir con lo que tienen hoy.
La mentalidad emprendedora se sostiene sobre tres pilares fundamentales:
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Responsabilidad: hacerse cargo de lo que depende de uno y dejar de culpar al contexto.
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Curiosidad: aprender constantemente, equivocarse y volver a intentar.
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Resiliencia: aceptar los golpes, ajustar y seguir adelante.
Un ejemplo concreto es el caso de Lucía, diseñadora de indumentaria de Santiago del Estero. Durante la pandemia perdió a sus principales clientas y pensó en cerrar su taller. Sin embargo, comenzó a grabar videos mostrando cómo hacía cada prenda y los subió a Instagram. Con pocos recursos, pero mucha constancia, hoy cuenta con una comunidad de más de 5.000 seguidoras que compran sus productos online.
Para fortalecer la mentalidad emprendedora, el especialista recomiendan tres acciones prácticas:
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Cambiar la pregunta: en vez de “¿por qué me pasa esto?”, preguntarse “¿para qué me pasa esto?” para transformar la queja en aprendizaje.
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Rodearse bien: buscar personas que inspiren y eviten entornos limitantes.
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Anotar los avances: escribir semanalmente tres logros, aunque sean pequeños, para mantener motivación y foco.
“El verdadero capital de un emprendedor no está en el bolsillo, está en la mente”. La invitación es clara: emprender empieza en la cabeza, y la mentalidad correcta puede marcar la diferencia entre soñar y concretar.