Durante el programa “Mañana Fantástica”, el diputado provincial Dr. Jorge Mussetti brindó su análisis sobre la reciente aprobación de la ley de financiamiento universitario por parte del Senado. A pesar de la decisión favorable del Congreso, el Gobierno ya anticipó que vetará la ley, al igual que lo hizo con la reforma jubilatoria, argumentando que podría poner en riesgo el superávit fiscal.
Frente a este panorama, el legislador destacó la importancia de la aprobación de la ley, que ya había recibido media sanción en la Cámara de Diputados de la Nación y, en horas de la madrugada, obtuvo una amplia adhesión en el Senado, con solo diez votos en contra. “Esta normativa busca automatizar la actualización del presupuesto universitario, tanto para el funcionamiento de las instituciones como para los salarios docentes, que se ajustarían en función de la inflación, lo cual permitiría una necesaria recomposición salarial”, indicó.
“Es un tema que ya fue tratado en la Cámara de Diputados de la provincia mediante proyectos de declaración aprobados hace algunas semanas. Las organizaciones sindicales de docentes y no docentes venían planteando que había una pérdida significativa en el poder adquisitivo del personal, debido a que no se habilitó una paritaria acorde a la inflación registrada en noviembre y diciembre de 2023, lo que resultó en una caída del 25% al 35% en el poder real de compra de los salarios. Esta ley de financiamiento universitario busca precisamente recomponer los salarios desde esos meses para los empleados de nuestras universidades, además de asegurar el financiamiento necesario para el funcionamiento de las mismas”, sostuvo el diputado.
Además, agregó: “El gran interrogante siempre es, ante la escasez, ¿cuáles son las prioridades de nuestra sociedad? Creo que todos coincidimos en que la universidad pública, gratuita y de calidad ha sido una prioridad durante más de 100 años para nuestro país. Esto permite que el sueño de que nuestros hijos asistan a la universidad y logren el tan anhelado ascenso social sea una realidad para todas las clases sociales, especialmente para las más postergadas. Es inevitable que un ajuste en los salarios de los docentes no solo genere medidas de fuerza y consecuencias en las aulas, sino que también provoque un deterioro en la calidad educativa”, concluyó.