Desde el Club de Observadores de Aves Coa Kakuy, asociado a Aves Argentinas, impulsan diversas políticas y actividades para fomentar el cuidado de las aves y sus ambientes. La iniciativa está abierta a toda la comunidad y promueve la conexión con la naturaleza, especialmente en el monte santiagueño.
En el marco del trabajo por la conservación de la biodiversidad, desde el Club de Observadores de Aves Coa Kakuy, Hugo Rodríguez junto a Alan Paul Sequeira destacaron su compromiso con el cuidado de las aves y sus hábitats en todo el país. La agrupación está conformada por un equipo heterogéneo de hombres y mujeres, profesionales y aficionados provenientes de distintas regiones, todos unidos por una misma pasión: la naturaleza y las aves.
“Impulsamos políticas y acciones concretas para la protección de las aves y los ambientes donde viven. Invitamos a todas las personas interesadas a sumarse, no se requiere experiencia previa, solo ganas de conocer y valorar nuestro entorno”, señalaron.
Entre las actividades que desarrollan se destacan caminatas de observación, registros fotográficos y acciones de concientización ambiental. Una de las propuestas más importantes que llevan adelante es “El Gran Día”, un evento que se realiza dos veces al año —el 10 de mayo y el 11 de octubre— en coincidencia con uno de los mayores fenómenos naturales del planeta: la migración masiva de aves.
Durante estas jornadas, observadores de todo el mundo registran especies en sus respectivos entornos, y esos datos son cargados en una base mundial administrada por la Universidad de Cornell, en Estados Unidos. En otoño, por ejemplo, se observa el paso de aves que viajan desde Alaska hasta la Patagonia, e incluso la Antártida.
Por otra parte, informaron que en Argentina existen alrededor de 1.000 especies de aves, y que en Santiago del Estero se han identificado y registrado 403 especies, gracias al trabajo de los integrantes del COA Kakuy. Este número posiciona a la provincia como un área destacada en cuanto a su avifauna, incluso en comparación con regiones enteras como Europa.
“Se trata tanto de aves residentes como de especies migratorias que atraviesan nuestro territorio durante distintas épocas del año”, explicaron.
Finalmente, remarcaron la importancia de seguir sumando participantes para que esta iniciativa siga creciendo. “Así como nos visitan aves maravillosas como la garza azul o el pato medialuna, también hay muchos otros tesoros escondidos en el monte santiagueño que esperan ser descubiertos”, expresaron.
Destacaron además que esta actividad no solo promueve el turismo de naturaleza, sino que también genera espacios de intercambio con personas de otras provincias y del exterior, fortaleciendo el conocimiento y el flujo de información sobre nuestra rica biodiversidad.