El perito forense de la defensa, Juan José Fenoglio sostuvo que hay lesiones marcadas en el informe original de autopsia del médico Diego Duarte que no coinciden con las conclusiones del mismo, es decir con la causa de muerte.
“La muerte es raro que se produzca en el lugar del hecho en los casos de traumatismo de cráneo, generalmente mueren en el hospital (…) El cráneo es una cavidad cerrada. Por más que el cerebro deje de funcionar por cualquier causa, el corazón sigue funcionando porque no depende de la conducción cerebral. No se llega al paro cardíaco. Esto es la base fundamental de los trasplantes”, explicó.
“No nos coincidían algunas cosas. Por ejemplo, cuando leemos el informe, las consideraciones, se habla siempre de traumatismo de cráneo y también de que tenía un traumatismo de abdomen y de tórax, que está informado en un cuadro que se denomina hemotórax, pero no se informa el origen. Para eso tiene que haber una lesión que no está descrita en la autopsia”, continuó.
“El cerebro no termina además dentro del cráneo, sino que se prolonga hacia la columna cervical: la protuberancia y el bulbo raquídeo. Son importantes porque ahí está el centro respiratorio. Una lesión ahí puede causar la muerte ¿Por qué mecanismo? Porque el cuerpo no tiene oxígeno, entonces ahí si se puede producir el paro. En la autopsia se manifiesta que no hay lesiones cervicales”, sostuvo.
Según el perito, en la autopsia se hace referencia a un traumatismo de abdomen, aunque no hay descripción del mismo.
“Para lesionar el hígado y que haya sangre en el abdomen, si bien puede existir en algunas circunstancias lesiones internas sin que haya lesiones en la piel, debería haber en los músculos y en algunos otros órganos que no están expuestos”, sostuvo.
“Esto nos obligó a estudiar otro tipo de lesiones que podrían ocurrir en el hígado y que no están expuestas. Esa lesión podría ser producto de un aplastamiento del hígado, que es una consecuencia de la resucitación cardiopulmonar, del RCP. Un golpe no produce este tipo de lesiones”, agregó.
“Es el cadáver de una persona que tuvo 60 segundos de golpes y más de 40 a 45 minutos de RCP. El RCP produce lesiones y hay que diferenciarlas. Las lesiones que le causaron la muerte son las de los 60 segundos. En el resto del tiempo aparecen otras que se deben investigar”, aseguró.
Fenoglio criticó una “falta de precisión” del informe. “No está descripto el mecanismo de muerte. La autopsia debe considerar causas y mecanismo de muerte”, afirmó y ante una pregunta del abogado Fabián Améndola remató: “No sabemos de qué murió (Fernando) porque no está en la autopsia”.
Ya en la tercera audiencia del juicio la defensa instaló la posibilidad de que la muerte de Fernando no fue provocada por los golpes de los acusados, sino por la mala aplicación de las maniobras de RCP que le hicieron una transeúnte y un policía.