La presentación del jefe de Gabinete en Diputados quedó envuelta en dudas por la fecha elegida, las dificultades logísticas para garantizar el quórum y la posibilidad de que Guillermo Francos evite el ida y vuelta con la oposición. La controversia por el escándalo cripto marcará el clima de la sesión.
El jefe de Gabinete, Guillermo Francos, se prepara para brindar su tercer informe de gestión en el Congreso. Esta vez será en Diputados, donde se espera que responda las más de 4.000 preguntas enviadas por los distintos bloques. Además, deberá ofrecer las primeras respuestas oficiales ante el parlamento por el escándalo de la cripto estada $LIBRA.
Desde el PRO advierten que la propuesta estaba motivada porque “el 70% de las preguntas son sobre el caso $LIBRA y (Francos) viene la semana próxima a responder sobre este tema”. A pesar de la negativa de La Libertad Avanza, señalan que lo más probable es que bajen al recinto aquellos diputados del bloque que se encuentren en Buenos Aires, porque “los del interior no consiguieron ni avión, ni micro, ni nada”.
En el oficialismo aseguran que todos los integrantes del bloque estarán presentes, sin excepciones. Fuentes parlamentarias confirmaron a este medio que hubo un pedido específico para que los diputados de La Libertad Avanza que residen en distintas provincias viajen y den el presente este miércoles.
Del peronismo habrá alrededor de 60 diputados, mientras que de la UCR se esperan aproximadamente 12. Los radicales de Democracia aún no definen su postura, aunque mayoritariamente hay intención de dar quórum. Se prevé que en el resto de los bloques también haya varias bajas por dificultades de traslado.
Tensión por el quórum
A partir del pedido del PRO, durante la jornada se especuló con la posibilidad de que la sesión informativa de este miércoles no pueda reunir el quórum suficiente para iniciar. Y, ante este escenario, se abrió una discusión respecto de si la mitad más uno de los miembros de la Cámara es necesaria o no para sesionar en estos casos.
Existen dos bibliotecas: quienes aseguran que al tratarse de una sesión —sea cual sea su modalidad— se necesita quórum para comenzar, y quienes interpretan que no es necesario porque “no se vota nada” y, al no haber votación, no corresponde exigirlo.
El intríngulis detrás de esta discusión, que a simple vista parece solo reglamentario, es que si el oficialismo interpreta que no hace falta quórum, el jefe de Gabinete tiene la posibilidad de dejar su informe de gestión por escrito junto con las respuestas a las preguntas realizadas por los distintos bloques. En ese caso, Francos evitaría el ida y vuelta con los legisladores y posibles cruces con la oposición.
De hecho, hay quienes sostienen que la fecha elegida por Martín Menem no fue casual, sino parte de una estrategia del oficialismo para “suavizar” el momento incómodo que deberá atravesar el ministro al responder por el escándalo cripto. En caso de que efectivamente haya quórum este miércoles, dadas las dificultades de traslado, habrá menos interlocutores de la oposición en el recinto.