El trabajo técnico del nuevo IPC está terminado desde fines de 2024, aunque el INDEC está “a la espera de los avales institucionales para la actualización”. Se prevé que la nueva publicación sea posterior a las elecciones legislativas, según el FMI.
Más allá del ingreso de nuevos productos y servicios a la medición del IPC, el objetivo principal de esta actualización es mejorar los datos: “Las diferencias pueden ser de 0,1% o 0,2%, no es una diferencia grande en lo estadístico”, subrayó el economista.
Nuevo IPC
Actualmente el índice de precios toma los datos de la ENGHo 2003/2004, que se realizó durante el gobierno de Mauricio Macri, luego de la intervención del INDEC durante el kirchnerismo, con la promesa de actualizar la encuesta. Ese reajuste se concretó entre 2017 y 2018 con una nueva edición del sondeo, que permitió reflejar mejor los patrones actuales de consumo.
Los cambios sustanciales del índice se dan en las ponderaciones del mismo: una de las divisiones clave es viviendas y servicios que pasará de tener una ponderación de 9,44% a nivel nacional al 14,5%. El aumento de esta división en junio más que duplicó el promedio del IPC (3,4% vivienda vs. 1,6% general).
Transporte también elevaría su ponderación del 11% al 14%, tras avanzar 63% en el último año, según el Instituto Interdisciplinario de Economía Política de la UBA, frente a una inflación interanual del 39,4%. El aumento respondió en gran parte a la reducción de subsidios que implementó el Gobierno, que fue del 36% anual.
Por su parte, el segmento de alimentos y bebidas no alcohólicas, que hasta el momento tenía una ponderación de 26,96%, con el nuevo índice pasará a tener una valoración del 22,7%. Cabe destacar que este sector está dentro de los precios que más se moderaron: mientras años anteriores se ubicaban por encima de la inflación promedio, en el último se posicionaron por debajo (32,3% vs. 39,4%).
El índice pasará de relevar 320.000 a 500.000 precios, mientras que los informantes escalarán de 16.700 a 24.000. Además del cambio de índice, también se está trabajando en la migración de relevamientos del formato papel -se trabaja hasta el momento con formularios donde se recoge la información de precios- al digital, con lo que se que se busca un menor margen de error.