A 37 AÑOS DEL PRIMER FEMICIDIO MEDIÁTICO DE LA ARGENTINA

La madrugada del 14 de febrero de 1988, el ex campeón de boxeo asesinó de forma brutal a su ex pareja, en uno de los casos de violencia de género más emblemáticos del país.

La madrugada del 14 de febrero de 1988 transcurría sin sobresaltos en la casa del actor Adrián “Facha” Martel, en Mar del Plata. El excampeón de boxeo Carlos Monzón se había instalado allí junto a su hijo y, aunque su relación con Alicia Muñiz estaba marcada por altibajos y distancia, la modelo había decidido quedarse unos días con ellos.

Esa noche, lo que comenzó como un reencuentro pacífico decantó en un crimen brutal y se convirtió en el primer femicidio mediático de la Argentina, aunque todavía no existía esa figura penal.

Las últimas horas de Alicia Muñiz junto a Carlos Monzón

Desde su llegada a la ciudad, Alicia compartió sus últimos momentos con Monzón y su hijo. Aquel sábado, el exboxeador la fue a buscar al aeropuerto, almorzaron y, mientras él jugaba a la pelota con el pequeño, ella se tomó unos mates con los encargados de la casa. Luego, compartieron un asado y una siesta y, tras bañar al nene, comenzaron una noche de excesos.

La pareja salió junto a un amigo llamado Daniel Comba para ir al casino del Hotel Provincial. Allí se encontraron con Martel y su novia, y Monzón empezó a beber sin pausa: una botella de champán, luego otra y otra más. La ingesta de alcohol no se detuvo cuando se dirigieron al club Peñarol, donde él volvió a tomar mientras jugaban a las tragamonedas.

Monzón y Alicia regresaron en taxi a la vivienda cuando el cielo comenzaba a aclarar. Tocaron varias veces la puerta para que el casero les abriera. Entraron a la habitación, donde su hijo dormía, el boxeador se puso el pantalón de pijama y fumó un cigarrillo, mientras ella se quedó en bombacha porque, de acuerdo a lo reconstruido, no encontraba su camisón.

Esos últimos minutos fueron decisivos. Alicia se acercó al balcón. Monzón contó ante la Justicia que en ese momento ella le confesó que estaba cansada de esa vida de excesos y gastos. La conversación derivó en una discusión sobre dinero y la cuota alimentaria del hijo que compartían y la tensión escaló: Monzón comenzó a insultarla y ella respondió con cachetadas.

Según la primera versión del boxeador, en medio del enfrentamiento, Alicia le arrojó un paquete de cigarrillos. En ese momento, él reaccionó con violencia: la golpeó con el revés de su mano derecha, la sujetó del cuello y la arrojó sobre la cama. Alicia intentó defenderse a los manotazos.

La pelea se trasladó de nuevo afuera, al balcón, desde donde, de acuerdo con las declaraciones de él, ambos cayeron. Sin embargo, el cuerpo de Alicia no apareció directamente debajo de la baranda, sino a unos metros de distancia, lo que sembró las primeras dudas sobre la versión del excampeón. La escena en la habitación, además, era reveladora: las manchas de sangre en diferentes sectores evidenciaban la brutalidad de la agresión.

Después de la caída, siempre según su relato, Monzón se levantó y corrió hasta la vivienda del casero. Como nadie le abría la puerta, tomó una maceta y la arrojó contra el vidrio.

Cuando llegaron las autoridades, encontraran el cuerpo de la mujer con fracturas múltiples en el cráneo, una lesión en el codo derecho y la rótula izquierda fracturada.

Que pasó realmente con Alicia Muñiz: toda la verdad sobre Monzón

Con el correr de las horas, Monzón intentó modificar su declaración. En una ampliación posterior, afirmó que Alicia había decidido tirarse por voluntad propia y que él intentó sujetarla en el aire. Pero los indicios en la escena del crimen y las pericias médicas contradecían su testimonio.

Las autopsias fueron contundentes: la modelo ya estaba en estado agónico cuando cayó. Las fracturas en el cartílago tiroides y el hueso hioides demostraban que había sido estrangulada antes de impactar contra el suelo.

Además, un testigo clave, Rafael Crisanto Báez, un cartonero que recorría la zona, afirmó haber visto cómo Monzón sujetó a la mujer del cuello, la golpeó hasta que se desmayó y luego la arrojó “como una bolsa de papas”.

El juicio, que comenzó el 26 de junio de 1989 en Mar del Plata, reveló no solo el horror del crimen, sino también un grave historial de violencia. Mercedes “Pelusa” García y la actriz Susana Giménez, citadas como testigos, relataron episodios de agresiones y celos enfermizos cuando estaban en pareja con el deportista. Se supo, también, que Alicia lo había denunciado varias veces.

El 3 de julio de 1989, Monzón fue condenado a once años de prisión. Aunque la sentencia reconoció la “emoción violenta” y el consumo de alcohol como atenuantes, el fallo dejó claro que el excampeón de boxeo había actuado con plena conciencia de sus actos.

En una sociedad todavía acostumbrada a mirar hacia otro lado, el asesinato de Alicia Muñiz marcó un antes y un después, y se convirtió en uno de los casos de violencia de género más emblemáticos de la Argentina.