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ESTUDIANTES DE TRABAJO SOCIAL DESTACAN LA IMPORTANCIA DE LA SALUD MENTAL Y LA PREVENCIÓN DEL SUCIDIO

En diálogo con Mañana Fantástica, estudiantes de la carrera de Trabajo Social del Instituto San Martín de Porres reflexionaron sobre la relevancia de abordar la salud mental y la prevención del suicidio, subrayando que se trata de un derecho humano fundamental y un determinante central de la calidad de vida.

“Desde el Trabajo Social entendemos que el suicidio no es un hecho aislado, sino un fenómeno multicausal atravesado por factores sociales, económicos, culturales y familiares. Abordarlo de manera integral permite trabajar en su prevención”, explicaron los jóvenes.

Trabajo social y salud mental
Los estudiantes destacaron el rol de los trabajadores sociales en la promoción de la salud mental. “Nos posicionamos desde un enfoque de derechos y de intervención integral. Nuestro rol es identificar factores de riesgo y de protección, facilitar el acceso a recursos institucionales y comunitarios, y promover redes de sostén que fortalezcan la salud mental de las personas”.

Romper tabúes y estigmas
Sobre los obstáculos para hablar del suicidio, señalaron que “históricamente se vinculó a lo moral, lo religioso o lo patológico, cargándolo de estigmas. Esa mirada reduccionista dificulta comprenderlo como un fenómeno social complejo. Proponemos visibilizarlo y abordarlo desde una perspectiva de derechos”.

Impacto en la vida cotidiana
“La salud mental incide directamente en la integración social, el desempeño laboral, la educación y los vínculos familiares. Cuando se vulnera, se generan desigualdades y rupturas en las redes de apoyo, aumentando el riesgo de exclusión social”, explicaron.

Prevención y señales de alerta
Entre las señales de riesgo mencionadas por los estudiantes se encuentran el aislamiento social, cambios abruptos de conducta, verbalizaciones sobre la muerte, pérdida de interés en actividades significativas y conductas autodestructivas. A la vez, destacaron la importancia de los factores protectores: redes familiares y comunitarias, acceso a servicios de salud, escolaridad, inserción laboral y participación en espacios colectivos.

Acción comunitaria
“La comunidad puede actuar promoviendo espacios de diálogo, no minimizando el sufrimiento, articulando con instituciones de salud y educación, y fomentando la participación social como forma de inclusión y sostén”, indicaron. Además, remarcaron que los recursos locales, hospitales, centros de salud, líneas de prevención del suicidio, programas comunitarios y organizaciones barriales cumplen un rol fundamental como soporte social

Los estudiantes concluyeron subrayando que la salud mental no puede pensarse de manera aislada: “Cuidarla es una responsabilidad colectiva. La prevención del suicidio requiere romper el silencio, habilitar la palabra y fortalecer los lazos comunitarios. Que la vida vale, vos y ese otro valen, y juntos podemos atravesar cualquier tormenta”.