EL IMPACTO DEL FRÍO EN LA SALUD REPIRATORIA

En una entrevista para el programa “Mañana Fantástica”, la Médica Pediatra Yanina Ovejero profundizó sobre el impacto del frío en la salud respiratoria, ofreciendo valiosas perspectivas y consejos para afrontar la temporada invernal con precaución y cuidado.

La llegada del invierno y las bajas temperaturas nos hacen más susceptibles a diversas enfermedades respiratorias. Por tanto, es crucial proporcionar información sobre estas afecciones, sus síntomas y las medidas preventivas que podemos tomar durante esta temporada.

La Dra. Ovejero resaltó que “con la llegada del invierno, aumentan las infecciones respiratorias tanto en la vía aérea superior como en la inferior. En nuestra provincia, hemos observado un incremento en las consultas médicas debido a casos de angina viral, angina pultáces y cuadros respiratorios obstructivos, algunos asociados a pacientes previamente afectados por el dengue”.

Entre las medidas preventivas, es fundamental mantener un ambiente doméstico libre de humo, ya sea por inciensos o cigarrillos, y evitar el uso excesivo de braseros, que pueden causar intoxicación por monóxido de carbono. Además, asegurarse de una buena ventilación en los espacios cerrados es esencial. Especialmente en niños, que atraviesan la época escolar y en aquellos con antecedentes de enfermedades respiratorias, es importante abrigarlos adecuadamente y realizar controles médicos regulares con el pediatra para evaluar la necesidad de tratamientos preventivos o de seguimiento.

Por otro lado, es crucial conocer la diferencia entre los síntomas de un resfriado común y los de una neumonía:

La neumonía, causada por diversos microorganismos como bacterias, virus y hongos, puede presentar síntomas similares a la gripe, como escalofríos, tos, dolores musculares, pérdida de apetito e incluso vómitos. Sin embargo, algunos signos distintivos son la fatiga extrema, fiebre alta, dificultad para respirar, tos con mucosidad o sangre, sudoración excesiva, respiración superficial y dolor en el pecho.

A diferencia del resfriado, la neumonía rara vez provoca congestión nasal, estornudos o dolor de garganta. Otras afecciones como la bronquitis pueden causar tos, dolor de cabeza o garganta y malestar general.

Los síntomas del resfriado suelen desaparecer en una semana o dos, mientras que en la bronquitis pueden persistir hasta ocho semanas. Con el tratamiento adecuado, la mayoría de los pacientes con neumonía muestran mejoría en dos semanas, aunque puede tomar más tiempo en pacientes de edad avanzada o con ciertas enfermedades.

 

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