LA IGLESIA CUESTIONÓ LA “INSENSIBILIDAD” DEL GOBIERNO Y ALERTÓ POR UN CLIMA DE “ALTÍSIMA FRACTURA SOCIAL”
La Comisión Nacional de Justicia y Paz, que integra la Conferencia Episcopal, se mostró preocupada por la situación económica derivada del ajuste y “la cultura del odio y del individualismo extremo”. También cuestionó “los beneficios fiscales a favor de las grandes empresas” frente a la caída del poder adquisitivo de los salarios y las jubilaciones.
La Comisión Nacional de Justicia y Paz (CNJP), un organismo que depende de la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), dio a conocer esta semana un lapidario comunicado sobre la situación económica y social de la Argentina, en el que responsabilizó al gobierno de Javier Milei por el impacto del ajuste que está implementando, y alertó por un “clima de altísima fractura social”.
“La persistente inflación y los incrementos de precios y tarifas han creado una combinación devastadora para la vida cotidiana de los argentinos. El salario real promedio registrado perdió el 21,3% de su capacidad de compra entre noviembre 2023 y enero de este año, continuando su caída hasta el presente”, señala el comunicado.
“Más aún nos preocupa que el shock de ajuste haya recaído sobre la cuenta de ‘jubilaciones y pensiones contributivas’ (a valores reales: -38,1% interanual) que, por su magnitud, explica un tercio del recorte, registrándose una gravísima disminución de los ingresos de jubilaciones y de prestaciones de salud y de discapacidad“, añadió el organismo que integra la Conferencia Episcopal Argentina.
“Se advierte un clima de altísima fractura social”
La CNJP consideró “apremiante” la situación que viven los comedores populares por la falta de provisión de alimentos y el aumento de la cantidad de personas que concurren a diario.
Además, señaló que “se refleja un apoyo a la actual gestión por parte de sectores de bajos ingresos”, o incluso aquellos afectados en forma directa por la inflación y la recesión, además de “los expresos apoyos de sectores de mayores recursos, encabezados por las cámaras de las grandes empresas”.
Al mismo tiempo, señalaron que “se advierte un clima de altísima fractura social, la polarización con reiteradas expresiones de ‘alegría’ en las redes sociales frente a dramáticas situaciones de despidos, con una agresividad social que encuentra en los dispositivos móviles y ordenadores un espacio de ampliación sin igual“.
“Aparece un enorme grado de insensibilidad social por parte de las autoridades en las medidas de ajuste, aunque más gravemente preocupa la cultura del odio y del individualismo extremo generado”, apunta el comunicado.
Desde ese sector de la Iglesia advirtieron que “mientras los beneficios fiscales a favor de las grandes empresas siguen sin tocarse, se exhibe la disminución del déficit mediante el ajuste a trabajadores y los jubilados”.
Por último, consideraron “urgente” devolver a la política su carácter de “una de las formas más preciosas de la caridad, porque busca el bien común”.
“La acción política debe promover el cuidado de la vida, la dignidad humana, el trabajo digno para todas las personas y la eliminación del hambre y la exclusión. No hay verdadera libertad sin fraternidad, justicia social y paz”, concluye el comunicado.
