Una abogada del foro local fue estafada en casi $8.000.000 mediante la modalidad de phishing, un tipo de fraude que consiste en hacerse pasar por una entidad confiable para obtener datos personales y acceder a cuentas bancarias o tarjetas de crédito.

La causa, iniciada en agosto y llevada adelante por la fiscal Celia Mussi, reconstruye cómo una abogada santiagueña fue engañada mediante una llamada en la que una mujer se hizo pasar por integrante del área de Ciberseguridad de Mercado Pago. La supuesta operadora alertó sobre deudas inexistentes por compras de electrodomésticos en Buenos Aires y, tras insistentes maniobras de persuasión, logró que la víctima creyera que tenía un saldo negativo importante que debía regularizar.
A partir de ese engaño, los delincuentes obtuvieron sus claves de acceso al home banking y tomaron control de sus cuentas y tarjeta de crédito. En cuestión de minutos, realizaron transferencias por casi $8 millones hacia cuentas asociadas a Julio César Córdoba, Florencia Suárez de Marchi y Oscar Hilario Suárez, lo que luego dio paso a una cadena de maniobras financieras que involucraría al menos a seis personas más. Tres de ellas ya cuentan con órdenes de detención dictadas por el juez de Control y Garantías, Rodolfo Améstegui.
Gracias a un operativo coordinado entre la División de Delitos Económicos de Santiago del Estero y autoridades policiales de Córdoba, en las últimas 72 horas fueron detenidos Julio César Córdoba, Axel Ignacio Quintero, Vanesa Rosales y Cynthia Sosa. En paralelo, se realizaron allanamientos en distintos puntos de la provincia de Buenos Aires, aunque tres sospechosos lograron escapar.
Las pericias ubican como presunto jefe de la organización a Oscar Hilario Suárez, quien actualmente cumple condena en una cárcel cordobesa. La causa está caratulada como “Oscar Hilario Suárez y otros, por presunta estafa”. Los investigadores confirmaron que el dinero fue vaciado de las cuentas y de la tarjeta de crédito en pocos minutos y distribuido rápidamente en distintas cuentas para dificultar su rastreo.
Un dato llamativo surgió en el avance del expediente: todos los investigados poseen tarjeta Naranja, lo que habría permitido que el dinero transferido se acreditara de forma inmediata. La víctima radicó denuncias penales y también ante Defensa al Consumidor, cuestionando que no existieran alertas de seguridad que evitaran el vaciamiento de sus cuentas.
Desde la Fiscalía aseguran que el entramado criminal está prácticamente identificado, aunque aún quedan tres implicados prófugos. Con el seguimiento tecnológico del dinero como eje central, continúan las medidas para dar con los sospechosos restantes y avanzar en la recuperación de los fondos.