El comerciante Agustín Paz, detenido en la Comisaría 4ª por múltiples causas de estafa, habría intentado quitarse la vida dentro de los calabozos. Ante esta situación, sus abogados solicitaron que se le otorgue arresto domiciliario o que sea internado por razones de salud.
Mientras se evalúa su estado, el juez interviniente dispuso su inmediato traslado al Centro de Salud Mental El Polear.
La causa que lo llevó a prisión
El origen de su detención se remonta a julio, cuando un hombre de Tucumán —de apellido Soraire— puso en venta un Renault Captur a través de redes sociales. Dos supuestos compradores santiagueños cerraron trato por 20 millones de pesos, pagados mediante E-cheq, un sistema digital de emisión y endoso de cheques.
Pero al intentar cobrarlo, la víctima descubrió que la cuenta tenía 391 cheques rechazados y una deuda total cercana a los 770 millones de pesos. Tras constatar que el pago era inexistente, realizó la denuncia.
Una investigación del Departamento de Delitos Económicos permitió identificar a los responsables: Raúl Agustín Paz y Ezequiel Román Torres, quienes ya eran conocidos por realizar fraudes en varias provincias. Su método consistía en operar con documentación falsa y E-cheqs sin fondos, para comprar vehículos que luego revendían en provincias como Tucumán, Córdoba, Salta y Catamarca.
A pedido de la fiscal Fernanda Vittar, el juez Fernando Paradelo autorizó tres allanamientos. En uno de ellos, en el barrio San Germés, fue detenido Paz, quien también registraba pedidos de captura en Tucumán y Córdoba. En otro operativo, realizado en avenida Aguirre Sur, cayó Torres. Además, se secuestró un teléfono celular clave para la causa.
El vehículo involucrado en la operación fraudulenta aún no pudo ser localizado y se sospecha que podría haber sido vendido en Córdoba.
Un antecedente delictivo
Paz ya había sido denunciado en 2021, nuevamente por un comprador tucumano. En aquella ocasión, ofrecía un Gol Trend Line 2020. La operación se concretó a través de redes sociales y mensajes de WhatsApp.
El encuentro para cerrar la venta debía realizarse en Las Termas, pero Paz no asistió, alegando aislamiento por Covid-19. En su lugar envió a un supuesto “socio”, quien entregó documentación aparentemente en regla.
Días después, cuando el comprador intentó inscribir el auto en el Registro del Automotor, descubrió que el vehículo tenía una prenda de 1.500.000 pesos. La maniobra derivó en otra denuncia y en un pedido de detención solicitado por la fiscal Tania Monte Bitar, que se concretó a pesar del habeas corpus presentado por su defensa.