Una ama de casa santafesina fue detenida en Cañada de Gómez, acusada de haber facilitado —aparentemente sin saberlo— un vehículo que se convirtió en una pieza clave para que una banda delictiva perpetrara un robo de más de $250 millones a un contador santiagueño.
La mujer, identificada como Jhoana Edith Ranzi, de 38 años, aparece como compradora de un auto en febrero pasado. Según la investigación, ese mismo rodado fue utilizado por los delincuentes para escapar tras el millonario golpe cometido el 10 de marzo en las oficinas del profesional Julio Daher, ubicadas en calle 24 de Septiembre al 289, en la capital santiagueña. En esa oportunidad, los ladrones se alzaron con U$S 180.000, €10.000 y $5.000.000 en efectivo.
La causa, caratulada como “robo calificado en perjuicio de Julio Daher”, es llevada adelante por el fiscal Ángel Belluomini. Como parte de la pesquisa, se analizaron más de 20 cámaras de seguridad que permitieron detectar el paso de un auto y una camioneta 4×4 por la zona, así como reconstruir su recorrido por las rutas 9 y 34. Una patente santafesina resultó clave para orientar la investigación.
Ranzi, quien será indagada hoy a las 9 de la mañana, sostiene que fue engañada. De acuerdo con la defensa, a cargo de las abogadas Natalia Delfina Valdez y Florencia Gómez, la mujer firmó la compra del auto a pedido de cuatro individuos que se presentaron como vecinos y le ofrecieron $200.000 a cambio, argumentando que el marido de uno de ellos no podía concretar la operación.
“Fue llevada a una escribanía, no revisó documentación ni sospechó del verdadero destino del vehículo. Es una víctima más de esta banda”, aseguraron sus abogadas. Ranzi niega cualquier vínculo con la organización y afirma que también fue utilizada.
Por su parte, los investigadores no descartan que la banda cuente con una estructura bien organizada, con roles definidos y personas que habrían realizado tareas de vigilancia sobre Daher antes del robo. La División Homicidios y Delitos Complejos, junto a fuerzas policiales de Santiago del Estero y Santa Fe, trabajan de manera conjunta para establecer el grado de participación de todos los involucrados.
En la próxima etapa, la justicia buscará identificar a los cuatro hombres que contactaron a Ranzi en febrero, presuntos responsables de usar su identidad para adquirir el auto que facilitó el millonario asalto.