En diálogo con La Hora de las Mascotas, las médicas veterinarias Jimena Massi y Rosana Jorge remarcaron la importancia de informarse antes de adoptar un perro, ya que la mayoría de los abandonos se producen por desconocimiento o falta de preparación por parte del tutor.

“Muchos perros vuelven a la calle porque la gente busca información recién cuando el cachorro ya está en la casa”, señaló la Dra. Massi.
Las profesionales explicaron que adoptar implica responsabilidades nuevas y que cada familia debe evaluar si está realmente preparada, según su estilo de vida, tiempo disponible y capacidad económica.
Energía, raza y espacio: claves antes de elegir
La Dra. Jorge detalló que uno de los errores más frecuentes es no considerar el nivel de energía del animal.
“Hay perros de energía alta y otros de energía baja. Si no se cubren sus necesidades, destruyen objetos o desarrollan conductas indeseadas. No es venganza: es energía que no gastan”, explicó.
Entre los perros de energía alta mencionó a labradores, golden, ovejeros, border collie, fox terrier, piner y salchicha, y advirtió que estos últimos “no son para cualquiera”.
También aclaró que un gran patio no reemplaza el ejercicio.
“El espacio ayuda, pero el perro necesita paseo y juego inducido por el tutor”, afirmó.
Costos y tiempo: dos factores que se subestiman
Las especialistas remarcaron que un cachorro requiere vacunas, desparasitaciones, buena alimentación, castración y controles frecuentes. Además, los perros grandes demandan mayor inversión en comida y medicación.
Separación temprana: un error frecuente
La Dra. Jorge destacó la importancia del tiempo adecuado junto a la madre.
“Etológicamente, separarlos antes de los dos meses y medio es perjudicial. Lo ideal son tres meses. En ese período el cachorro aprende límites, comportamiento y frenos emocionales”, explicó, porque el perro no sabe que es perro.
Cómo enseñar hábitos higiénicos sin castigos
Las veterinarias también explicaron cómo evitar problemas comunes como la micción y defecación dentro de la casa. “Es normal que un cachorro haga pis y caca en todos lados, pero se puede evitar si el tutor se informa”, dijeron.
Aconsejaron sacar al perro antes de entrar a la casa, esperar que haga sus necesidades y reforzar positivamente cuando lo hace afuera. “La mejor forma de enseñar es con refuerzos positivos, caricias o comida. El castigo no sirve. Hacerle oler el pis, pegarle o usar el famoso diario no tiene sentido: el perro no entiende”, explicaron.
Indicaron que lo ideal es trabajar con ciclos:
10-15 minutos adentro → 10-15 minutos afuera, hasta que el cachorro haga sus necesidades en el lugar correcto. Cuando lo haga dos veces seguidas afuera, el aprendizaje comienza a fijarse. Culaquier corrección de conducta debe realizarce en el momento que sucede para que el animal entienda.
Además, recomendaron no limpiar con lavandina ni productos de olor fuerte, ya que eso incentiva al perro a volver a marcar. “Lo mejor es un detergente suave y mucha agua. La lavandina fija los olores y los clorinados atraen al perro a marcar de nuevo”, advirtieron.
Educador o etólogo: ¿a quién recurrir?
Finalmente, diferenciaron entre adiestrador, educador canino y etólogo.
“El adiestrador enseña órdenes; el educador trabaja problemas de conducta; y el etólogo que siempre es veterinario puede diagnosticar y medicar si es necesario”, aclararon.