En una entrevista exclusiva para Mañana Fantástica, la historiadora Fernanda Gil Lozano reveló detalles poco conocidos sobre los orígenes de José de San Martín y los desafíos que enfrentó en su infancia y formación militar.
El 17 de agosto, se conmemoró un nuevo aniversario del paso a la inmortalidad de José de San Martín, el padre de la Patria. Fernanda Gil Lozano destacó que la historia del Libertador ha sido objeto de múltiples interpretaciones y que cada historiador aporta una mirada distinta.
Gil Lozano explicó que, aunque San Martín fue registrado oficialmente como hijo del matrimonio de los San Martín, investigaciones recientes sugieren que su padre biológico habría sido Diego de Alvear, quien tuvo un vínculo con una mujer guaraní llamada Rosa Guarú. Para asegurar el futuro del niño y permitirle acceder a la educación y la formación militar, Alvear gestionó que fuera adoptado formalmente por los San Martín, comprometiéndose a cubrir todos sus gastos.
Gracias a estas decisiones, San Martín pudo ingresar a la Academia Militar de España y desarrollarse como el líder que guió la independencia de varias naciones sudamericanas. Gil Lozano enfatizó que estos detalles muestran una faceta poco conocida del Libertador y evidencian la importancia de revisar continuamente los documentos históricos.
A partir de esos hechos, San Martín hace una carrera brillante. “Con todo lo que estoy contando, no estoy desacreditando su figura, ni todo lo que le debemos, sino poniendo sobre la mesa un aspecto poco reconocido de la historia. Muchas veces no queremos reconocer la verdadera historia, y en la Argentina, con el mito de ser un país “blanco”, se invisibilizó la presencia de pueblos originarios y afrodescendientes. Sorprendentemente, el padre de la Patria tenía un origen indígena, algo que la sociedad sanmartiniana jamás reconoció”, indicó.
“Tanto es así que el historiador Hugo Chumbita propuso realizar pruebas de ADN con los restos de San Martín, generando gran revuelo en 1936, aunque nunca se concretó. Sería interesante que alguna vez se hicieran esas pruebas para confirmar detalles sobre sus orígenes biológicos.”
Cuando San Martín ingresa a la escuela militar y alcanza reconocimiento por eventos como la batalla de Bayén, finalmente toma un barco junto a su medio hermano biológico, Carlos de Alvear, quien es más conocido históricamente. Ambos formaron parte de la logia Lautaro en España, un nombre que alude a Lautaro, un insurgente y líder indígena de Chile. Este nombre refleja varias cosas: por un lado, la vinculación de San Martín con los pueblos originarios, y por otro, la estrategia para la independencia, que consideraba cruzar los Andes hacia Chile y luego al Perú, en lugar de avanzar directamente por el norte.
San Martín también era consciente de sus raíces. Sabía que Diego de Alvear era su padre biológico y que su madre era Rosa Guarú, a quien perdió de muy pequeño. La protección de Diego de Alvear permitió que San Martín fuera registrado como hijo legítimo del matrimonio de los San Martín, asegurando así su educación y futuro militar. Sin embargo, jamás pudo reencontrarse con su madre, cuya vida quedó marcada por la tristeza de perder a su hijo.
A lo largo de su vida, San Martín reconocía su origen indígena ante sus amigos más íntimos y se definía incluso como un “misionero indígena”. Su historia, llena de matices y secretos, muestra un lado del Libertador que muchas veces ha sido invisibilizado, pero que resulta fundamental para comprender la complejidad de su vida y legado.