Pablo Muratore, emprendedor del departamento Robles, dio a conocer el valor ecológico, cultural y turístico de las reservas naturales Mayu Maman y Los Caracoles, dos espacios protegidos ubicados a orillas del Río Dulce que se consolidan como importantes espacios en Santiago del Estero.
En una charla con nuestro medio, el emprendedor Pablo Muratore, señaló que ambas reservas, ubicadas a orillas del emblemático Río Dulce, abarcan aproximadamente 80 hectáreas y están conectadas entre sí. Se extienden desde la Ruta Provincial Nº1 hasta la ribera del río, generando un corredor natural de gran relevancia para la biodiversidad local y la identidad ambiental de la región.
Estas áreas protegidas nacieron con el objetivo de valorar y preservar el entorno natural, promoviendo el respeto por la flora y fauna autóctona. Además, se proyectan como espacios de uso turístico, educativo y cultural, abiertos al descubrimiento y la sensibilización ambiental de visitantes y comunidades vecinas.
El entorno incluye una gran variedad de paisajes ribereños, humedales, bosques nativos y áreas de monte que albergan numerosas especies, muchas de ellas propias del ecosistema santiagueño. Su importancia también radica en que forman parte de una microrregión que abarca parajes como Santo Domingo, Los Romano, Sauce Bajada, Los Pereyra, Los Arias, Los Banega, Villa Robles, entre otros. Todos ellos comparten una identidad común vinculada y arraigada en el contacto con la naturaleza.
Desde una perspectiva ambiental, estas reservas se integran a un corredor ecológico estratégico que contribuye a la conservación del Río Dulce, al equilibrio de los ecosistemas y al fortalecimiento del desarrollo sustentable en zonas periurbanas del departamento Robles.
Muratore subrayó que el proyecto busca generar conciencia y fortalecer el vínculo entre las personas y la naturaleza: “El objetivo es que las generaciones futuras conozcan, valoren y cuiden este patrimonio que no solo es natural, sino también cultural y educativo.”
“Se genera un círculo virtuoso, porque quienes visitan el lugar no solo disfrutan del entorno, sino que también proponen ideas y se suman con un objetivo común: cuidar y valorar la naturaleza. Las reservas reciben visitas de distintas instituciones educativas, cuyos alumnos pasan el día allí, recorren los espacios y aprenden sobre las especies nativas del lugar.”
El lugar permanece abierto todos los días, ya que forma parte de una casa de familia. Cuando se organizan actividades específicas, estas se anuncian con anticipación. Es un espacio habilitado para disfrutar de paseos, compartir en contacto con la naturaleza y vivir un momento agradable.