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LA CARGA MENTAL DEL CUIDADO: EL TRABAJO INVISIBLE QUE RECAE SOBRE LAS MUEJRES

En diálogo con el programa “Mañana Fantástica”, la abogada de familia Dra. Claudia Pallares profundizó sobre la carga mental del cuidado: un trabajo invisible, no remunerado y desigualmente repartido, que recae mayoritariamente sobre las mujeres. Expuso su impacto psicológico, social y jurídico, e instó a desnaturalizar la idea del cuidado como una obligación exclusivamente femenina.

En ese sentido, explicó que la carga mental implica toda la organización y planificación de la vida familiar: quién se ocupa de qué, cuándo, cómo y con qué recursos. Es un trabajo constante, que requiere tiempo, esfuerzo y atención, pero que no es valorado ni reconocido en términos económicos ni sociales, y debería ser distribuido de forma más equitativa.

Desde el aspecto jurídico, Pallares señaló que al momento de fijar una cuota alimentaria, muchas veces se considera el tiempo que un progenitor dedica al cuidado, lo que ha derivado en una tendencia: algunos progenitores proponen dividir el cuidado en un 50/50 con el objetivo de evitar el pago de la cuota. “Eso no debería ser así —aclaró— porque la cuota debe fijarse conforme al ingreso del alimentante”. Si bien hay un reconocimiento de las tareas de cuidado, la carga mental en sí misma aún no es plenamente contemplada por la Justicia, y son pocos los fallos que la valoran explícitamente.

También remarcó que las mujeres siguen siendo las principales responsables del cuidado, no solo de los hijos, sino también del hogar, la organización de las actividades, los turnos médicos, las compras y más. “Es un deber que nos ha sido impuesto culturalmente, y debemos trabajar para desnaturalizar esa idea”, afirmó.

Por último, subrayó que la carga mental va más allá de las tareas visibles como cocinar o limpiar. Es esa especie de “procesador interno” que lleva el registro y programación de todo lo que debe hacerse día a día. “Las mujeres no solo cargamos con nuestras responsabilidades personales y laborales, sino también con las del cuidado de otros”, señaló. Y concluyó: “Es fundamental hablar de este peso que llevamos como mujeres, porque afecta psicológica y emocionalmente, y eso también repercute en la crianza de los hijos”.