En la ciudad de Pinto, corazón futbolero de Santiago del Estero, late una escuela que no solo enseña a jugar, sino que forja valores y sueños. Ramón Silva, más conocido como Leo, es el director de la Escuela de Fútbol Infantil de Pinto (EFIP), un proyecto que nació en 2016 y que hoy convoca a más de 170 niños de entre 5 y 16 años.
“Comenzamos con un pequeño grupo de chicos en el Paseo Ferroviario, el predio del ferrocarril argentino. “Era un 20 de noviembre, un día feriado, cuando convoqué a los primeros niños que querían entrenar conmigo. En menos de seis meses pasamos de un puñado de chicos a tener más de 100 inscriptos.”
La historia de la EFIP comenzó tras una etapa difícil para Ramón, cuando tuvo que alejarse del Club Atlético Social Pinto por una intervención en la institución. Fue entonces cuando un grupo de padres, reconociendo su entrega y talento para formar a los más pequeños, lo animó a crear su propia escuelita.
“Me insistieron una y otra vez que me convencieron y así nació un semillero que rápidamente ganó prestigio no solo en la provincia, sino también a nivel nacional, participando en torneos de Rafaela, Sunchales, Santa Fe y Chaco.
Un legado futbolero con historia
Pinto tiene una larga relación con el fútbol infantil. No es casualidad que por sus canchas haya pasado Diego Armando Maradona, quien, tras perder una final en esta ciudad, recibió la histórica frase: “No llores, pibe, porque vas a ganar todas las copas del mundo.” Esa predicción se cumplió, y hoy Ramón Silva continúa alimentando la llama futbolera de Pinto, convencido de que entre sus niños también hay talentos que llegarán lejos.
“Trabajar con niños es mi pasión. No es solo fútbol, es enseñarles valores, respeto, compañerismo. Es ayudarlos a soñar”, afirma con orgullo.
Actualmente, la EFIP se consolida como un espacio de contención, formación y recreación para cientos de chicos y sus familias. Un lugar donde, más allá de los goles, se juega el partido más importante, el de la educación y la esperanza.