En diálogo con Mañana Fantástica, Enrique Hisse se refirió al reciente cambio en el discurso del líder de La Libertad Avanza, Javier Milei, destacando que la estrategia de evitar agresiones directas y moderar su lenguaje podría ser un reflejo de impotencia y fracaso político.
Hisse remarcó que, según un artículo de Sebastián Plut, psicoanalista y doctor en psicología, el lenguaje tiene un poder determinante sobre la percepción de la realidad. Plut realiza un análisis comparativo entre el discurso bélico y estigmatizador de Hitler y ciertas estrategias comunicacionales de La Libertad Avanza, aclarando que no se trata de una equivalencia literal, sino de una analogía sobre cómo las mentiras, exageraciones y el lenguaje repetitivo pueden influir en la forma de pensar de las personas.
“El lenguaje de odio, consumido en pequeñas dosis como un arsénico, termina siendo tóxico y adictivo, moldeando la subjetividad de quienes lo escuchan y repiten. Esto puede trasladarse a miles de personas que interiorizan y reproducen estas ideas en su vida cotidiana”, explicó Hisse. Además, destacó la importancia de analizar cómo este tipo de discursos pueden normalizar la desinformación y la exageración, afectando la manera en que los ciudadanos perciben la realidad política y social del país.
Finalmente, Hisse destacó la relevancia de la reflexión crítica sobre el discurso político en medios y redes sociales, advirtiendo que la adopción de este lenguaje por parte de sectores amplios de la sociedad puede tener consecuencias a largo plazo en la construcción de opinión pública y en la convivencia democrática. “Hay que abrir los ojos, no solamente es un discurso de odio, sino que se traslada en la relación entre nosotros que en vez de ser una relación pacífica termina siendo bélica y en dónde el acto heroico de las personas del bien van a levantar la figura del presidente”.