Fernanda Gil Lozano, política, docente e historiadora brindó su análisis sobre el regreso de Cristina Fernández de kirchner a la escena política. Destacó la carrera de la expresidenta como lider y como mujer en el rol social y su impacto en la sociedad argentina.
El lunes 2 de junio, Cristina Fernández de Kirchner reapareció en una entrevista televisiva en horario central para anunciar su candidatura como diputada provincial por la Tercera Sección Electoral de la provincia de Buenos Aires. Pero eso no fue todo: el sábado 7 volvió a mostrarse públicamente con un encendido discurso en Paso de los Libres, Corrientes, acompañando la campaña a gobernador de “Tincho” Azcúa.
Estas apariciones reafirman que, pese al paso del tiempo y los intentos de algunos sectores por correrla del escenario político, Cristina sigue siendo una figura central en la vida pública argentina.
Su regreso ocurre en un contexto particular: mientras algunos medios y sectores del poder judicial insisten en impulsar causas en su contra, ella misma habla de un intento de “proscribirla”, es decir, de impedirle participar activamente en política.
El término “proscripción” no es nuevo en la historia argentina. Lozano lo asocia con lo que vivió Juan Domingo Perón tras el golpe de 1955, cuando fue exiliado y apartado por completo del juego político durante casi dos décadas. En este caso, según denuncia la ex presidenta, el intento de marginarla sería a través de una condena judicial que la lleve a prisión.
No es casual, entonces, que ella haya mencionado también la elección de marzo de 1962, en la que Perón intentó postularse como vicegobernador bonaerense. A pesar de que su candidatura fue impugnada, el peronismo arrasó en las urnas. Esa elección fue anulada, y poco después cayó el gobierno de Arturo Frondizi.
Hoy, la figura de Cristina sigue despertando pasiones, adhesiones y controversias, y su sola presencia genera un reordenamiento en la escena política nacional.
“La proscripción de Cristina es interna. No necesita exiliarse, pero la mantienen como una figura marginal, como una sombra o un fantasma. Esta forma de proscripción busca excluirla completamente de cualquier posibilidad de participación política o de ocupar cargos públicos, y es muy intensa”, expresó Lozano.
Además, sostuvo que “esto no se lo harían a un hombre”, marcando una clara diferencia en el trato que recibe la ex presidenta por su condición de mujer.
En relación con otros sectores sociales, agregó: “Hay grupos que siempre han sido visibles y han ganado su espacio, como los jubilados, pero que aun así siguen siendo atacados constantemente. También hay una fuerza viva en otros sectores que han sido vulnerados.”
Por último, Lozano destacó: “La gestión de Cristina fue una gestión con conciencia. Una política que puso en el centro a los más postergados y buscó ampliar derechos.”
“Este retorno, no puede ocultar la necesidad de un fuerte debate interno dentro de los sectores que conforman Unión por la Patria. Hay que reconocer que se cometieron errores y es necesario que elaboremos una propuesta que pueda ser tomada no sólo por quienes forman parte o adhieren a nuestro espacio sino por muchos argentinos que hoy se sienten desencantados y sienten que la política no tiene nada para ofrecerles. Hecho que se ve corroborado por el evidente ausentismo electoral que hemos verificado este año.”