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ADOPCIÓN DE PERROS ADULTOS

En diálogo con La Hora de las Mascotas, la médica veterinaria Jimena Massi destacó la importancia de considerar la adopción de perros adultos como una alternativa responsable frente a la sobrepoblación animal y la realidad de los refugios, muchos de los cuales albergan gran cantidad de perros.

“Venimos a presentar el plan B: si no te sentís capacitado para tener un cachorro, la adopción de un adulto es una opción totalmente válida”, explicó Massi. La especialista señaló que, aunque los cachorros suelen generar mayor atracción por su tamaño y vulnerabilidad, los perros adultos están en las mismas condiciones de necesidad y pueden adaptarse perfectamente a un nuevo hogar.

Entre las ventajas de adoptar un adulto, Massi destacó que la personalidad del animal ya está definida, lo que permite evaluar previamente su temperamento, nivel de energía y compatibilidad con la familia. “Un perro adulto ya pasó la etapa de exploración, salvo problemas de apego o separación, no debería causar daños en el hogar. Su energía suele ser más equilibrada y se adapta mejor a la rutina familiar”, agregó.

La veterinaria también resaltó que los perros adultos suelen ser ideales para niños, personas mayores o familias con horarios limitados, ya que requieren menos supervisión que un cachorro y ya conocen hábitos básicos como hacer sus necesidades en el lugar indicado.

La mayoría de los perros que se adoptan en refugios ya vienen castrados, lo que reduce tanto los riesgos de salud como algunos costos asociados. La Dra. Jimena Massi remarcó: “La castración siempre es recomendable, salvo casos puntuales relacionados con trastornos de comportamiento. No se trata solo de territorialidad, sino de la salud del animal. Evita enfermedades reproductivas ligadas a las hormonas, como la piómetra, tumores testiculares o prostatitis, y contribuye a mejorar la calidad de vida del perro”.

En cuanto a la alimentación, explicó que los perros adultos suelen consumir comida más económica, con muchas variedades disponibles en el mercado, salvo que presenten alguna patología que requiera dieta especial. Además, el cuidado veterinario de un adulto joven entre tres y siete años es más sencillo: requiere dos vacunas al año Y DOS O TRES desparasitaciones.

Massi aclaró que los perros más jóvenes o muy gerontes requieren más supervisión y visitas al veterinario, ya que pueden presentar enfermedades en el caso del geronte; articulares, cardiológicas, renales o metabólicas. Incluso, los perros con alguna discapacidad como amputaciones o pérdida de un ojo pueden adaptarse y tener una vida plena, aunque muchas personas sienten miedo o prejuicio ante estas situaciones.

Finalmente, la Dra. Massi invitó a la comunidad a romper prejuicios sobre los perros adultos. “El lazo emocional que se forma es muy fuerte. La lealtad y el amor lo pueden recibir en diferentes etapas de su vida”, concluyó.