El 24 de febrero de 1946 se celebraron las elecciones presidenciales que darían triunfo a Juan Domingo Perón, quien encabezó la fórmula del Partido Laborista. Este partido había sido creado poco después del 17 de octubre de 1945 por los sindicatos que apoyaban a Perón con la intención de lanzar su candidatura. Tres meses después del triunfo electoral, el 23 de mayo de 1946, a pocos días de asumir su primer gobierno, Perón decidió disolver el Partido Laborista.
Con motivo de esta fecha, que marca un hito en la historia moderna del país, el dirigente peronista Profesor Fernando Moyano nos ofrece una breve introducción sobre la temática en cuestión: “Es un día especial. Hace 79 años, recordar el primer triunfo del entonces coronel Juan Domingo Perón en la primera magistratura del país es un hecho valioso, debido a la profunda connotación de lo que representaron los años 1943, 1944, 1945 y 1946.”
“En el peronismo, es necesario que se produzca una renovación de las figuras que lo lideran, pero sin que ello implique la desaparición de la ideología y la identidad peronista. Esta corriente está profundamente enraizada en las ideas de los peronistas, a través de la doctrina que nos guía, la cual se basa en las acciones de gobierno que, desde 1943, bajo la Subsecretaría de Trabajo y Previsión Social, permitieron la implementación de una serie de derechos y normativas impulsadas por el gobierno de Edelmiro Farrell. Estas conquistas fueron entregadas al pueblo trabajador en una época en la que sufría miserias y explotación.”
En este contexto, el diputado provincial, Dr. Jorge Mussetti, destacó que el peronismo tiene la capacidad de recuperar el poder. Según señaló, “los hechos ocurridos en las últimas semanas demuestran que un proceso político no se consolida únicamente a través de resultados económicos, en una sociedad argentina dispuesta a tolerar ajustes y medidas económicas muy dolorosas para ciertos sectores. Lo que falta ver es cómo se gestiona el Estado con acciones positivas. Un gobierno peronista activo habría incentivado, en este momento, a los sectores que enfrentan dificultades para lograr una reactivación, especialmente desde que el nuevo gobierno asumió con una visión diferente de cambio. Además, un gobierno peronista habría mantenido el poder adquisitivo de las becas para estudiantes, fundamentales para que puedan continuar en el sistema educativo superior. También habría buscado sostener programas relacionados con el trabajo agrícola y ganadero. Son cuestiones que deberán ser evaluadas.”