El desagradable hecho ocurrió en el Colegio Normal Superior de la ciudad de Victoria, provincia de Entre Ríos. Tras el accidente, las autoridades realizaron allanamientos en los comercios de la zona.
Un adolescente de 16 años perdió su mano izquierda tras la explosión de un mortero durante los festejos del Último Primer Día (UPD), una celebración estudiantil que se realiza la noche previa al inicio del último año de secundaria. Ocurrió en Victoria, Entre Ríos.
La secuencia tuvo lugar durante la madrugada del pasado lunes, cuando un joven, cuya identidad no trascendió, manipulaba un mortero mientras estaba sentado sobre el techo de una estructura en el ingreso del establecimiento.
Tal como puede observarse en el video adjunto, el joven levantó su brazo izquierdo y se produjo la explosión de la pirotecnia. Tras el incidente, fue trasladado al Hospital Salaberry, donde se confirmó la gravedad de su lesión y se notificó a sus padres.
El jefe departamental de la Policía de Victoria, Martín Tello, explicó al medio Cadena 3 Rosario que aún no está confirmado si fue el propio joven o uno de sus compañeros quien encendió el mortero. Sin embargo, se presume que la víctima “no tenía conocimiento de la peligrosidad de esta pirotecnia” ya que, una vez encendido, el mortero debe dejarse en el piso y hay que alejarse varios metros.
Además, en la localidad existe una ordenanza municipal que prohíbe la venta de pirotecnia a menores, por lo que las autoridades intentan determinar cómo el artículo llegó a manos del joven. Según se sabe, dos integrantes de su grupo habrían ido a una vivienda particular y de allí habrían retirado una bolsa con los artefactos ilegales.
Luego del accidente, realizaron allanamientos en dos comercios de la zona, en donde se secuestraron elementos de pirotecnia que se vendían de manera ilegal. Las autoridades investigan si los artefactos utilizados por el joven provenían de esos establecimientos.
El Último Primer Día, más conocido por sus siglas UPD, es un festejo protagonizado por adolescentes que comienzan su último año del secundario. La celebración consiste en organizar una “previa” la noche anterior al inicio de clases, que puede realizarse en una casa, plaza o boliche. Instalado como un ritual entre estudiantes en los últimos años, genera preocupación por el consumo excesivo de alcohol que suele caracterizarlo.