CÓMO LA GUERRA ECONÓMICA DE EE.UU. CONTRA CANADÁ, MÉXICO Y CHINA PUEDE AFECTAR A ARGENTINA

Donald Trump anunció una serie de medidas proteccionistas, especialmente, un aumento de los aranceles para productos de China, Canadá y México, que pueden desatar una guerra económica que enfríe el comercio global.

“Si quiere jugar este juego, los Estados Unidos no tienen ningún problema y ganaremos”. Así de desafiante se mantiene Donald Trump tras el anuncio de la suba de aranceles para China, Canadá y México. La amenaza de represalias de esos países es el primer paso para una temida nueva “guerra económica” desatada por el proteccionismo que pretende implementar el presidente norteamericano.

Para la Argentina puede ser un problema para la colocación de sus exportaciones y lo que pueda suceder si se encarecen los préstamos internacionales y el dólar se fortalece en todo el mundo. El gobierno del presidente Javier Milei apuesta a un ac¿uerdo bilateral con Estados Unidos que permita sortear los efectos de sus medidas.

Otra vez la receta proteccionista de Donald Trump complica al mundo

La medida del presidente Trump este fin de semana de imponer aranceles radicales a Canadá, México y China amenaza con fracturar el sistema de comercio global y un orden económico mundial que alguna vez giró en torno a una economía estadounidense que valoraba la inversión abierta y los mercados libres.

Trump ya lo hizo. En su primera presidencia, estableció una serie de trabas para la economía china que tuvieron una réplica desde Beijing. La consecuencia fue un enfriamiento de la economía global, refleja y lamentada por el Fondo Monetario Internacional, es sus actualizaciones de los reportes globales. Para peor, la anterior “guerra económica” duró 18 meses, un año y medio de los 4 años del primer gobierno de magnate republicano. Y como el destino tiene sus propios planes, cuando Estados Unidos y China llegaron a un acuerdo… ¡Apareció la pandemia de Covid!

Ahora Donald Trump anunció una política proteccionista, que en el discurso, al menos, va escalando. Ya aplicó los que anunció días antes de asumir. En este segundo mes del año 2025, subió los aranceles en un 25 % para productos tanto de Canadá como de México. En cuanto a China, la alícuota sube al 10%. Los países afectados no tardaron en responder y anticipar que tomaran medidas similares en represalia.

Trump fue más lejos. En su presentación por videoconferencia en Davos, tuvo la cortesía de los diplomáticos a la hora de declarar una guerra. Invitó a todos los empresarios del mundo a llevar sus emprendimientos a los Estados Unidos. Los sedujo ofreciéndoles descuentos impositivos y una alta rentabilidad. Les dijo, además, que si prefieren seguir como hasta ahora, no hay problema. ¡Habrá aranceles para todos! Es decir, lo contrario del comercio internacional, con beneficios para todos. Como le gusta decir a Trump: “primero, América”-

Un intercambio desfavorable para EE.UU.

La balanza comercial global norteamericana es deficitaria y con China, mucho más. Por eso, Trump echa mano del recurso del proteccionismo que ayuda a la producción local, pero cuando lo hace la primera economía del mundo, todo lo distorsiona.

La velocidad y el alcance de los aranceles de importación que Trump dio a conocer en órdenes ejecutivas el sábado provocaron críticas generalizadas de muchos legisladores, economistas y grupos empresariales, que atacaron las acciones como negligencia económica. Advirtieron que los aranceles, que se impusieron en respuesta a las preocupaciones de Trump sobre el contrabando de fentanilo y la inmigración ilegal, podrían inflamar la inflación, paralizar las industrias estadounidenses y hacer de China un centro comercial global aún más poderoso. El domingo, Trump defendió los aranceles aunque reconoció que podrían haber algunas consecuencias negativas. “¿HABRÁ ALGÚN DOLOR? SÍ, QUIZÁS (¡Y QUIZÁS NO!)”, escribió en las redes sociales. Las órdenes ejecutivas significan que el martes a las 00:01 horas, todos los bienes importados de Canadá y México estarán sujetos a un arancel del 25 por ciento, excepto los productos energéticos canadienses, que enfrentarán un arancel del 10 por ciento. Todos los productos chinos también enfrentarán un arancel del 10 por ciento. Canadá y México han prometido tomar represalias rápidamente con sus propios aranceles, y China dijo que implementaría “contramedidas” no especificadas para salvaguardar sus intereses. Hablando en NewsNation el domingo, el principal asesor comercial de Trump, Peter Navarro, dijo que era poco probable que los aranceles se detuvieran en el último minuto.