En una entrevista para el programa “Mañana Fantástica”, los columnistas Enrique Hisse y Oscar Soria abrieron un profundo debate en torno a dos preguntas centrales: si la humanidad está en jaque, ¿quién cuida de ella? y ¿existen señales de alternativas esperanzadoras?

Hisse señaló que, al acercarse el final del año, es inevitable hacer un balance y buscar signos que permitan renovar fuerzas para seguir adelante. Sin embargo, advirtió que en el escenario internacional emergen factores que amenazan la vida humana y generan creciente preocupación.
En esa línea, Soria destacó que hay tres grandes emergentes globales que representan riesgos serios:
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La hiperconcentración económica, especialmente en manos de grandes corporaciones tecnológicas.
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La militarización de la tecnología, donde los avances digitales se integran cada vez más al armamento moderno.
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El impacto de la inteligencia artificial, tanto en los procesos democráticos como en la seguridad global.
Según Soria, estos fenómenos generan un panorama complejo. Las grandes tecnológicas y sus dueños concentran un poder sin precedentes, difícil de controlar incluso para ellos mismos. “Hoy hablamos de la posibilidad de que la inteligencia artificial supere nuestra propia capacidad y termine generando modelos que representen un peligro real para la especie humana”, advirtió.
Ante este contexto, Hisse preguntó cómo se relacionan la concentración de riqueza, la militarización y el avance de la inteligencia artificial con el genocidio en Gaza. Soria respondió que uno de los aspectos más alarmantes es el surgimiento de los llamados “robots asesinos”, sistemas autónomos utilizados en operaciones militares. Explicó que la inteligencia artificial procesa grandes volúmenes de datos y toma decisiones sin criterios éticos: “Una persona que cambia de teléfono o utiliza el celular de un familiar fallecido puede ser catalogada como sospechosa y convertirse en blanco de estos robots. No hay moral ni juicio humano”.
Finalmente, Soria sostuvo que el mundo se encuentra en un momento crítico. “Estamos revisando todo lo que se construyó después de la Segunda Guerra Mundial, cuando la Carta de Derechos de Naciones Unidas marcó un límite civilizatorio. Hoy estamos entrando en una etapa donde parece escribirse una nueva ‘carta’, la carta de la muerte, en la que cualquier país puede lanzar un misil para matar, sin considerar los derechos fundamentales”.
Además, advirtió que algunos líderes de las grandes tecnológicas promueven abiertamente una visión posmoderna según la cual, para “salvar al mundo”, sería necesaria una posthumanidad, es decir, un futuro con menos seres humanos para lograr una sociedad supuestamente más justa.
Soria alertó que este discurso presentado como democrático es extremadamente peligroso, porque reintroduce la idea de que hay personas descartables, individuos que podrían ser eliminados o reemplazados para que solo unos pocos vivan mejor.
“Ahí es donde todos debemos estar atentos y aprender a cuestionar esta doctrina que busca reemplazar a la humanidad”, concluyó.