Berta Ruiz, emprendedora y cocinera santIagueña oriunda de Weisburd, en el departamento Moreno, se ha destacado por llevar la auténtica cocina de Santiago del Estero al Gran Buenos Aires. Criada por su padre, un cocinero y sembrador del monte santiagueño, Berta aprendió desde muy joven el valor de los productos naturales y de la cocina artesanal de su tierra. “Nos enseñó desde los yuyos, que curan, siempre con todo lo natural. Cada año volvíamos de Buenos Aires y era una fiesta estar con él y cocinar como él lo hacía en el monte”, recordó.
Tras la pérdida de su padre, Berta sintió la ausencia de esos sabores y, motivada por su hermana, decidió empezar a cocinar y compartir los platos típicos de su provincia. “Un día mi hermana me dice, ‘hacé vos’, y le digo, ‘¿a vos te parece?’ Y me dijeron que sí, y eso fue lo que me dio el impulso”, contó.
A pesar de algunos obstáculos, como la pérdida inical de su proyecto cuando se dirigió a la Casa de la Provincia en Buenos Aires donde le roban su idea, sin embargo Berta continuó formándose y trabajando con grandes maestros y se dedicó a estudiar gastronomía, siguiendo fielmente su objetivo de difundir la cocina santiagueña. “En mi casa hacía chipaco, tortillas, y seguía insistiendo. Siempre me he dedicado a hacer la cocina de Santiago allá”, aseguró.
En 2016, su carrera tuvo un gran impulso cuando participó en un programa de cocina argentina, lo que le permitió alcanzar mayor reconocimiento y comenzar su camino como emprendedora gastronómica. Desde entonces, ha llevado sus sabores a diferentes espacios y municipios del Gran Buenos Aires, consolidando su proyecto como una referencia de la cocina artesanal santiagueña.
“Desde 2016 hasta hoy he seguido fuerte con la Cocina Santiagueña en Buenos Aires”, concluyó Berta, destacando la importancia de mantener vivos los sabores de su tierra y compartirlos con quienes valoran la auténtica gastronomía artesanal.
Además, subrayó la necesidad de perseverar frente a los obstáculos y la relevancia de la pasión en el emprendimiento: “Siempre podemos hacer más si tenemos talento y pasión. Cada mujer tiene que encontrar algo hermoso dentro de sí y ponerlo en marcha. Mi papá sembró en mí ese amor por la gastronomía y la cocina santiagueña, y yo sigo cumpliendo sus sueños”, concluyó.