En el marco del programa Mañana Fantástica, dialogamos con Guillermo Marzo, desarrollador de emprendedores, sobre un tema fundamental para quienes buscan crecer en sus proyectos: cómo aprender de la competencia sin perder la propia identidad. La charla formó parte del episodio 17 de la serie “Emprender es Posible”.
Marzo, destacó que observar a otros actores del mercado no implica imitarlos. “Aprender de la competencia significa observar, entender y usar esa información para crecer, pero siempre desde tu propia esencia”, explicó. Subrayó que muchos emprendedores caen en la mimetización al estudiar de cerca a sus rivales, perdiendo así la diferenciación que los hace únicos.
El especialista recomendó tres estrategias clave para destacarse sin copiar:
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Definir la propuesta única de valor (PUV): La diferenciación no está en precios ni en características técnicas, sino en aquello que hace que un cliente elija tu producto o servicio. Marzo ejemplificó: mientras dos cafeterías venden café, una puede centrarse en rapidez y precio, y otra en crear una experiencia memorable a través de música, un espacio cómodo y atención personalizada.
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Aprender de casos exitosos: Guillermo mencionó ejemplos como Cirque du Soleil, que reinventó el circo combinando teatro, danza y música; y Mercado Libre, que adaptó un modelo de comercio electrónico a la confianza entre personas en Latinoamérica. También destacó que, a nivel local, diferenciarse puede ser tan simple como ofrecer entregas a domicilio o mostrar historias humanas de clientes satisfechos, priorizando la cercanía sobre la tecnología.
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Convertir debilidades ajenas en oportunidades propias: Cada observación de la competencia puede revelar áreas de mejora. Por ejemplo, si los competidores son lentos en responder mensajes, un emprendedor puede destacar por atención inmediata; si venden caro, ofrecer combos accesibles; o si su comunicación es fría, enfocarse en lo emocional.
Finalmente, destacó la importancia de realizar ejercicios prácticos: identificar tres aspectos en los que se puede mejorar respecto a la competencia, en atención, comunicación y producto o servicio. “Tu competencia no es tu enemiga, es tu espejo. Cuando la mirás con inteligencia, te muestra dónde podés crecer. No se trata de hacer lo mismo que ellos, sino de descubrir tu propia forma de brillar”, concluyó.