La Dra. Jimena Massi y el Dr. Osvaldo Castañares dialogaron con La Hora de las Mascotas sobre la importancia de la ozonoterapia en la práctica clínica veterinaria. Ambos profesionales explicaron en detalle qué es esta técnica, cómo se aplica, sus beneficios y el impacto positivo que genera en el tratamiento de diversas patologías en animales.
La ozonoterapia es una técnica terapéutica que ha ganado terreno en el ámbito veterinario por su eficacia, su bajo riesgo y su capacidad de complementar tratamientos convencionales. Se trata de un método que utiliza ozono médico, un gas generado en el consultorio a partir del oxígeno medicinal, con fines terapéuticos.
“La ozonoterapia no reemplaza a la cirugía ni a los tratamientos farmacológicos tradicionales, pero sí los complementa. Y en muchos casos, logramos resultados tan buenos que podemos evitar procedimientos más invasivos”, explicó el Dr. Osvaldo Castañares, destacando el valor clínico de esta herramienta.
El ozono, al ingresar al cuerpo del animal, actúa como un potente oxigenador celular. Tiene efectos antiinflamatorios, analgésicos, germicidas, inmunomoduladores y regenerativos. “El ozono entra como gas, pero al contacto con los tejidos se convierte en oxígeno. Produce una oxidación controlada que estimula a las células a repararse”, explicó Castañares.
Una de las grandes ventajas de esta terapia es su capacidad de actuar sin necesidad de receptores celulares, como sucede con los fármacos. “El ozono actúa directamente sobre mediadores del dolor, del sistema inmunológico y del sistema hormonal. No compite con otras terapias, lo que permite usarlo de manera complementaria”, señaló la Dra. Jimena Massi.
Además, los veterinarios destacaron el potencial del ozono para tratar enfermedades crónicas, alergias, infecciones y lesiones de difícil resolución. Se aplica por diferentes vías: infiltraciones locales, aceites ozonizados, autohemoterapia y nebulizaciones, entre otras. “Es especialmente útil para reparar tejidos dañados y controlar infecciones sin generar resistencia ni efectos adversos”, agregaron.
El ozono también interviene positivamente sobre el equilibrio emocional y físico del animal. “Muchas veces tratamos animales que, clínicamente, no tienen nada, pero están enfermos por estrés. El ozono ayuda a reequilibrar ese desajuste entre mente, sistema inmune y cuerpo”, subrayaron los profesionales, remitiéndose al concepto de psico-neuro-inmuno-endocrinología.
Otra ventaja es que no genera habituación ni efectos acumulativos indeseados. Los protocolos de tratamiento se personalizan según la patología y la evolución del paciente, y la respuesta en animales suele ser más rápida que en humanos.
“Lo que hacemos no es curar por completo, sino estimular al cuerpo para que se cure a sí mismo”, explicó Castañares. “El ozono es como un impulso al sistema inmune: lo despierta y le da las herramientas necesarias para actuar”.
La ozonoterapia se posiciona así como una herramienta terapéutica moderna, efectiva y segura, que promueve una medicina veterinaria más integral, enfocada en la recuperación natural del paciente. En palabras de la Dra. Massi, “o hace bien, o no hace nada. Pero cuando hace efecto, el cambio es realmente notable”.