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Un joven con mirada crítica: Joel Rodríguez apuesta al cambio desde la educación y el trabajo

En una nueva edición de la columna universitaria, Joel Rodríguez, técnico en ciencias sociales, en diálogo con Mañana Fantástica compartió su historia, desafíos y su deseo de aprender y formarse para ofrecer un servicio de calidad a la comunidad.

Joel Rodríguez, profesional, estudiante universitario y joven militante, compartió recientemente su experiencia personal y su decisión de estudiar Sociología, una carrera que, según sus propias palabras, le permite “comprender la sociedad desde una mirada crítica y transformadora”.

Durante la entrevista, Rodríguez relató que su interés por esta disciplina surgió en la secundaria, cuando tuvo la oportunidad de cursar la materia Sociología. “Ahí empecé a darme cuenta de que existía otra forma de pensar, de cuestionar lo que pasa a nuestro alrededor. Me interesó porque vi que la Sociología despertaba un pensamiento crítico que no todas las carreras fomentan”, expresó.

Antes de ingresar a la carrera que hoy lo apasiona, Joel cursó un año en Contabilidad, carrera en la que tuvo buen rendimiento académico, pero que no lo motivaba. “Me iba bien, pero no me gustaba. Sentía que no era lo mío, que no me interpelaba como persona ni como militante. Por eso tomé la decisión de cambiarme a Sociología, aunque sabía que era una carrera subestimada”, comentó.

Rodríguez también hizo referencia a los prejuicios que suelen rodear a la carrera: “Mucha gente me decía ‘¿de qué vas a trabajar si estudiás Sociología?’. Es una pregunta común cuando no se conoce bien de qué trata la disciplina. Pero yo estaba convencido de lo que quería y de que esto es lo que me gusta estudiar”, afirmó con firmeza.

Además de su compromiso con el estudio y la militancia, también impulsa un emprendimiento propio vinculado al consumo saludable y consciente: la venta de yerbas orgánicas provenientes de pequeños molinos artesanales de Misiones. Según explica, se trata de un producto con un proceso de elaboración natural, sin aceleradores industriales, lo que no solo mejora el sabor sino que también evita la acidez que suelen generar las yerbas procesadas de manera masiva. “Son yerbas que tienen un secado y estacionamiento tradicional, lo que las hace más ricas y duraderas”, señala con entusiasmo.

El proyecto, que inició hace apenas una semana, se suma a su trabajo en el RENAPER y refleja una búsqueda por combinar sus valores personales con iniciativas sustentables. Rodríguez no oculta su entusiasmo por compartir este nuevo camino con otros.

Al mismo tiempo de estudiar Sociología y emprender con productos orgánicos, también es militante activo dentro y fuera del ámbito universitario. Su recorrido político comenzó en 2016, en plena gestión del macrismo, cuando ingresó a la Universidad Nacional de Santiago del Estero (UNSE) y se encontró con un contexto de fuertes recortes y desfinanciamiento. “Empecé a militar desde las necesidades concretas: la extensión de becas, el presupuesto universitario, el desprestigio constante hacia las carreras de Humanidades”, recuerda. Fue entonces cuando decidió sumarse al Frente Universitario Peronista, con el objetivo de organizarse colectivamente y defender los derechos de estudiantes y trabajadores.

Desde su experiencia, militar en la universidad implica no solo la defensa de una carrera, sino también acompañar a los compañeros frente a las desigualdades cotidianas. “La lucha empieza en el aula”, afirma. En ese sentido, Rodríguez denuncia con preocupación el actual escenario político nacional, marcado por el congelamiento de sueldos docentes y no docentes, la falta de actualización de becas, y el desfinanciamiento de organismos clave como el CONICET. “Nos siguen aplicando el presupuesto del 2023, con una inflación que se duplicó. No alcanza para sostener los comedores, ni para garantizar becas básicas. Hay estudiantes que se ven obligados a abandonar”, advierte.

En su rol como militante territorial, también participó en la reciente campaña de inscripción al Programa Progresar, una herramienta que hoy está siendo fuertemente recortada. “A muchos les rechazaron por criterios absurdos, como tener padres que cobran apenas por encima de los 800 mil pesos. Están endureciendo las condiciones y excluyendo a quienes más lo necesitan”, explicó. Para Rodríguez, estos recortes no son errores, sino parte de un modelo que ataca directamente las políticas públicas que garantizan derechos básicos como la educación.

Con una mirada crítica y comprometida, Joel Rodríguez representa a una generación que no solo estudia, sino que también levanta la voz frente a la injusticia. Una generación que entiende que la universidad pública no se defiende sola, y que cada espacio de militancia, ya sea en las aulas, en los barrios o en los medios, es clave para sostener la igualdad de oportunidades y la dignidad de quienes quieren un futuro mejor.