Guillermo Marzo, desarrollador de emprendedores, propone entrenar una nueva forma de mirar el entorno: detectar problemas cotidianos para transformarlos en oportunidades de negocio. “Donde hay una necesidad, hay una oportunidad”, afirma.
En ese sentido, Guillermo Marzo remarcó que la oportunidad está en todas partes, solo hace falta observar con atención los problemas que nos rodean. “Al emprendedurismo lo definimos como la capacidad de identificar las dolencias que existen a nuestro alrededor”, explicó.
¿Cuándo las detectamos? Cuando algo no funciona bien, cuando hay demoras innecesarias, falencias o procesos que podrían simplificarse. Allí es donde aparece una verdadera oportunidad. “Hay que tener en cuenta que muchos de los grandes emprendimientos no surgieron a partir de inventos revolucionarios, sino de la mejora de problemas cotidianos”, agregó Marzo.
Un ejemplo claro es el caso de Netflix, que nació a partir de una falencia de las tradicionales cadenas de alquiler de películas: los clientes solían devolver los videos fuera de término, lo que generaba malestar y pérdida de disponibilidad para otros usuarios. Netflix vino a resolver ese problema, ofreciendo una solución más cómoda y eficiente.
“La clave está en empezar a ver el mundo con una mirada distinta: ¿qué puedo solucionar?”, planteó.
Y para activar ese “ojo emprendedor”, Marzo propuso algunos ejemplos concretos:
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Colas largas en la verdulería del barrio. ¿Y si ofrecés un servicio de pedidos por WhatsApp con entrega a domicilio?
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Padres y madres que trabajan y no tienen tiempo de cocinar. ¿Y si armás un menú semanal de viandas caseras?
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Personas mayores con dificultades para movilizarse. ¿Y si ofrecés un servicio de asistencia para trámites?
Lo esencial, enfatizó, no es que la idea sea gigante o perfecta, sino que resuelva algo real. “Donde hay una necesidad, hay una oportunidad. Pero para verla, hay que entrenar la mirada”, concluyó.