La primera revisión técnica del acuerdo con el organismo internacional era a mediados de este mes, para lograr un nuevo desembolso. Así, las metas de reservas y de superávit primario se correrán algunas semanas.
La misión del Fondo Monetario Internacional (FMI) llegará a la Argentina finalmente a fines de julio (inicialmente estaba prevista para el 13 de junio), en el marco de la primera revisión técnica del nuevo programa por u$s20.000 millones que acordó con el Gobierno en abril de este año. Así, la gestión libertaria tendrá más tiempo para alcanzar las metas de reservas y de superávit primario exigidas por el organismo internacional para el desembolso de u$s2.000 millones.
Pero hasta ahora la autoridad monetaria no realizó compras en el mercado cambiario, porque el dólar no llegó al piso de banda de flotación y, hasta ahora, sólo consiguió u$s1.000 millones con la emisión del Bonte 2030 del miércoles pasado. La licitación, que tuvo una tasa mayor a la esperada del 29,5% anual en pesos, inyectó presión en el tipo de cambio, que cerró tras cinco ruedas consecutivas al alza en $1.200.
Mientras tanto, el Gobierno está en negociaciones para lograr un nuevo REPO con bancos extranjeros por Uu$s2.000 millones. La intención es que la tasa sea menor al 8,8% que tuvo el último préstamo de estas características que cerró el año pasado.
En el mismo sentido, el ministro de Economía, Luis Caputo se había referido a la exigente meta de acumulación de reservas que enfrenta el Gobierno (más de u$s4.000 millones hacia junio): “Si el dólar se cae al piso y podemos acumular, vamos a acumular”, señaló. Lo fundamental, insistió, es “seguir con el orden macro”.
En ese sentido, el ministro remarcó que si pueden acumular ese total de reservas que tienen como meta, lo harán, pero resaltó que no harán nada para forzar el programa para cumplirla, añadieron fuentes que estuvieron presentes en la disertación del funcionario.