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CONSERVACIÓN DE LA FAUNA EN SANTIAGO DEL ESTERO

El Ingeniero Jorge Alberto Goles, Subdirector de Fauna de la Dirección General de Bosques y Fauna, dependiente del Ministerio de Producción y Recursos Naturales, Forestación y Tierra de Santiago del Estero, brindó detalles sobre un reciente operativo llevado a cabo en una localidad del interior provincial.

“Hace muy poco, a través de una denuncia que circuló por redes sociales, se logró intervenir en una situación preocupante: en una obra en construcción, donde trabajaban varios obreros, se detectó una actividad ilegal que atentaba directamente contra nuestro ecosistema”, explicó Goles.

El operativo permitió constatar que se estaban capturando aves silvestres con fines comerciales, una práctica que no solo está penada por la ley, sino que causa un grave daño a la biodiversidad. “Nos duele mucho ver estas situaciones señaló el funcionario. Algunas personas ven en esta actividad una oportunidad de negocio, extrayendo fauna silvestre para venderla como mascota, sin tomar conciencia del impacto negativo que esto genera.”

Desde la Dirección, se hace un llamado a la ciudadanía a no fomentar este tipo de prácticas. “Por eso siempre recomendamos no tener animales silvestres como mascotas. No solo por cuestiones legales, sino porque son parte de un ecosistema que necesitamos preservar.”

En el contexto del cuidado de la fauna y la tenencia responsable de animales, el ingeniero Jorge Alberto Goles, explicó la diferencia entre las especies silvestres y aquellas que pueden mantenerse legalmente como mascotas.

“Es una concepción cultural que tiene que ir cambiando de a poco. Hay que entender que no todas las aves pueden ni deben mantenerse como mascotas. Muchas personas todavía tienen la idea equivocada de capturar ejemplares silvestres, lo cual es ilegal y perjudicial para el ecosistema.”

Sin embargo, existe una actividad regulada y legal que permite la tenencia de ciertas aves. Se trata de especies exóticas, criadas específicamente con fines de mascotismo en criaderos autorizados, tanto dentro como fuera de la provincia. Algunas de las especies más conocidas son las catitas australianas, los canarios, los manones y los diamantes.

“En Santiago del Estero incluso hay una asociación conformada por criadores de canarios, dedicada exclusivamente a esta práctica legal y responsable”, detalló. “Estas aves no pertenecen a la fauna nativa, sino que han sido introducidas y seleccionadas para la vida en cautiverio como mascotas.”

Aun así, recordó que, si bien estas especies pueden mantenerse en el hogar, es fundamental brindarles un espacio adecuado, con las condiciones necesarias para su bienestar, y evitar bajo todo punto de vista liberarlas, ya que su presencia fuera de su hábitat controlado puede afectar a los ecosistemas locales.

Cómo se determina si una especie está en peligro de extinción

A la hora de identificar qué especies están en peligro de extinción, existen normas internacionales que sirven como guía para gobiernos, investigadores y organizaciones dedicadas a la conservación. Uno de los principales marcos regulatorios es la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres, más conocida como CITES, por sus siglas en inglés.

Este convenio, del cual Argentina forma parte junto a otros 151 países, establece un listado de especies categorizadas según su grado de vulnerabilidad. Las categorías principales son:

  • CITES I: especies en peligro de extinción, cuyo comercio está estrictamente prohibido salvo en circunstancias excepcionales.

  • CITES II: especies que no están necesariamente en peligro, pero podrían llegar a estarlo si no se controla su comercio.

  • CITES III: especies protegidas dentro de un país, que solicitan ayuda internacional para controlar su comercio.

Además, existe otro organismo de referencia: la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (UICN), que depende de Naciones Unidas. Esta entidad elabora la conocida Lista Roja de Especies Amenazadas, donde clasifica a los animales y plantas según distintos grados de amenaza, entre ellos:

  • En peligro crítico

  • En peligro

  • Vulnerables

  • Casi amenazadas

  • Preocupación menor

  • Datos insuficientes

Cada cierto tiempo —cada cinco o diez años, según el organismo— se actualizan estos listados a través de encuestas, estudios de campo y colaboración entre provincias, instituciones científicas y organizaciones ambientales. En el caso de nuestro país, también se analiza si la distribución de cada especie afecta o no a regiones como Santiago del Estero, lo cual permite establecer políticas locales de protección y conservación.

Consultar estos registros internacionales es muy sencillo: cualquier persona puede acceder desde buscadores como Google, y encontrar información actualizada sobre el estado de conservación de miles de especies.

El desafío de tener animales silvestres como mascotas

Muchas personas, especialmente en el interior del país, están acostumbradas a tener ciertas especies silvestres como mascotas. Es el caso de los loros y las cotorras —conocidas técnicamente como psitácidos—, aves tradicionalmente domesticadas por su colorido plumaje y capacidad para imitar sonidos. Sin embargo, especialistas advierten que esta práctica puede traer consecuencias tanto para la fauna como para la salud humana.

Uno de los principales riesgos de tener psitácidos sin conocer su procedencia es que estos animales pueden transmitir enfermedades, como la psitacosis, una infección bacteriana que puede afectar a las personas y que se transmite a través de las heces secas o las secreciones respiratorias de estas aves. Además, muchas veces los ejemplares ofrecidos como mascotas han sido extraídos ilegalmente de su hábitat, lo que representa un daño directo a los ecosistemas locales.

Algo similar ocurre con las tortugas terrestres, que suelen ser elegidas como mascotas por su bajo costo y el poco espacio que requieren. Aunque en principio parecen fáciles de cuidar, muchas veces terminan siendo abandonadas cuando los niños crecen y pierden el interés. Este abandono genera un nuevo problema: el destino incierto de estos animales, que no siempre pueden ser reinsertados en la naturaleza.

Un dato llamativo es que el Ecoparque de la Ciudad de Buenos Aires recibió recientemente unas 50 mascotas entregadas de manera voluntaria por personas que ya no podían cuidarlas. Luego de una evaluación veterinaria, se determina si estos ejemplares pueden volver a su entorno natural o si deben quedar en centros de rescate bajo cuidado permanente.

Por eso, las autoridades insisten: antes de adoptar una especie silvestre como mascota, es clave informarse sobre su origen, sus necesidades y las responsabilidades que implica su cuidado. Y en lo posible, optar por no tener animales que pertenecen a la fauna silvestre, especialmente si no provienen de criaderos autorizados.

¿Dónde denunciar la venta ilegal de fauna silvestre en Santiago del Estero?

Las personas que detecten casos de comercialización ilegal de animales silvestres en Santiago del Estero pueden realizar la denuncia a través de dos canales oficiales:

  1. Dirección General de Bosques y Fauna (dependiente del Ministerio de Producción y Recursos Naturales):

    • Página web oficial, donde se puede cargar la información o denuncia correspondiente.

    • También cuentan con correo electrónico y Facebook del área de Fauna para recibir reportes.

  2. Policía Ambiental de la Provincia:

    • Esta división trabaja en conjunto con Bosques, y ha intervenido en casos como ventas clandestinas en ferias.

    • Para comunicarse, se debe contactar con la departamental policial correspondiente, donde brindarán el número adecuado.

Se recuerda que está prohibida la venta de especies no autorizadas y que toda acción en defensa del ambiente y la fauna es un compromiso ciudadano.