PALAVECINO COMPARTE SUS VIVENCIAS EN LA GUERRA DE MALVINAS

El Sargento Lorenzo Palavecino compartió su historia y trayectoria militar durante una entrevista en “Mañana Fantástica”, en el contexto del Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, conmemorado el 2 de abril.

En el marco de Día del Veterano y de los Caídos en la Guerra de Malvinas, rendimos homenaje a aquellos que defendieron con valentía la soberanía argentina en las islas argentinas del Atlántico Sur. La elección de esta fecha se debe a que ese día en 1982, las Fuerzas Armadas Argentinas desembarcaron en las Islas Malvinas, en lucha por la recuperación del territorio, arrebatado por las fuerzas británicas en el año 1833.

Ante este escenario, el Sargento Palavecino destacó que cada año se percibe un creciente sentimiento de cercanía por parte de la población en las diversas muestras de homenaje a nuestros soldados caídos. Ver como niños, jóvenes y adultos están cada vez más informados sobre nuestra historia. “Es reconfortante sentir este calor humano, después de tantos años en los que a menudo hemos sido olvidados. Hoy, vemos cómo esta situación está cambiando y hay un mayor reconocimiento hacia el soldado argentino”, afirmó.

Lorenzo Palavecino compartió el recuerdo de aquella mañana del 2 de abril cuando despertó con el sonido de la bocina y la noticia de la recuperación de las Malvinas. Inicialmente, la emoción y la alegría lo invadieron al escuchar las palabras “Recuperamos Las Malvinas”, aunque en su inconsciencia adolescente. Sin embargo, a medida que la situación se aclaraba, fue consciente del verdadero significado de lo sucedido, lo cual resultó impactante.

Para Palavecino, Malvinas representó la experiencia culminante de su vida en todos los sentidos. Desde la frustración inicial de no haber sido incluido en la lista de personas que fueron a Malvinas hasta el inesperado giro del destino que lo llevó a embarcarse en el Buque Córdoba en un viernes santo, rumbo a Malvinas. Recuerda vívidamente el momento en que, mientras almorzaba y veía televisión por primera vez en blanco y negro, la plaza estaba abarrotada y poco después zarparon llevando material de guerra.

Esta experiencia fue impactante para Palavecino. El buque, moderno para aquella época, rebosaba de material militar. Como especialista en armas de ingeniería, trabajó con material explosivo con el objetivo de crear campos minados para obstaculizar el avance del enemigo y negarle el acceso. Él jutn a otros trabajaron incansablemente en diversas condiciones para construir campos minados en terrenos cercanos al puerto argentino.

Después de la posguerra, Palavecino y sus compañeros regresaron al país. Rememora con precisión su retorno a la parte continental el 20 de junio, a las 23:12 hs, a bordo del buque Almirante Ibiza. Describe la sensación de seguridad y el cálido ambiente entre argentinos como magnífico. A su llegada, fueron ocultados junto a su grupo y otras unidades, con el objetivo de mantener en secreto las actividades realizadas durante su misión, generando un desconcierto general tras la inesperada finalización del conflicto el 14 de junio. La conmoción de pisar nuevamente suelo argentino y el anhelo de reunirse con sus familias eran abrumadores.

Finalmente, también compartió su experiencia de haber sido internado durante un año tras su regreso, en una época donde no se comprendía bien cómo tratar a los heridos y traumatizados. “Muchos volvimos, pero no volvimos”, reflexiona, describiendo el sentimiento de retraimiento y abandono que experimentaron, al sentir que el Estado no los respaldó y los responsabilizó por la derrota. Por eso, valora profundamente los homenajes que se realizan en la actualidad, como un reconocimiento y un gesto de gratitud hacia quienes sacrificaron tanto por su país.

 

 

 

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