Los ajustes validados por el BCRA bajaron notablemente el ritmo, apuntando a moderar las expectativas de depreciación del peso y de inflación.
El Banco Central demostró que está dispuesto a ralentizar el ritmo de devaluación del peso para intentar quitarles algo de presión a los precios.
Esto quedó demostrado en la apertura de las operaciones de hoy, cuando la entidad que conduce Miguel Pesce colocó en el sistema la primera postura de venta en el segmento mayorista del dólar a $88,17 por unidad, es decir, 17 centavos arriba del cierre del viernes pasado, cuando tras los fines de semana previos la duplicaba. La cotización mayorista cerró hoy en el precio que pretendía el Central: $88,17.
También, esta situación tuvo un impacto en el mercado de futuros, donde los contratos cerraron con bajas que fueron del 0,3% al 1,2% para los plazos cortos y medianos, respectivamente, ya que el mercado intuye que esta ralentización podría incluso ser mayor en los meses previos a las elecciones parlamentarias.
Además, el menor ritmo devaluatorio le serviría al BCRA para aplacar los reclamos para que la entidad valide una suba en las tasas de interés.
