Enrique Hisse, columnista del programa “Mañana Fantástica”, abordó en el debate la afirmación “Todos somos iguales, todos somos corruptos, ahora nos irá bien porque estos no son corruptos”.
En este sentido, Hisse subrayó que la corrupción obstaculiza la discusión de temas fundamentales. El escándalo de corrupción, muy explotado por los medios de comunicación, impide que se aborden cuestiones importantes y estructurales que requieren un análisis profundo y propuestas de solución. Si bien la corrupción es un tema relevante, ya que genera descrédito, desconfianza y cinismo, no debe ser un obstáculo para el debate político, sostuvo Hisse.
“Existen dos tipos de corrupción. El primero es la evasión fiscal por parte de grandes grupos empresariales, que desfinancian al Estado y provocan una serie de problemas. La desarticulación de la AFIP beneficia a los evasores; la falta de un cuerpo dedicado a perseguir a estos evasores lleva a la desfinanciación del Estado, afectando a la comunidad al no contar con los servicios necesarios. Mi impuesto mínimo puede no ser suficiente para pavimentar, pero los aportes de muchos sí son vitales para construir cloacas y garantizar agua potable”, expresó el columnista.
“El segundo problema que enfrenta la comunidad es la deuda eterna que se termina pagando a través de medidas que afectan directamente a la sociedad argentina. Esta deuda, contraída por Caputo, ha dejado a muchos preguntándose adónde fue a parar, dado que no se ha invertido en bienes comunes. Esta es la corrupción que está pagando toda la comunidad.”
Además, agregó: “La afirmación de que todos somos corruptos nos plantea un dilema: necesitamos dirigentes honestos, pero la pregunta es: ¿será el honesto, solo por ser honesto, quien realmente solucionará los problemas? Lamentablemente, eso no es suficiente. Se requiere capacidad y una visión que favorezca mejores decisiones para la comunidad en general, no solo para un grupo reducido, sino en función de un bienestar para el pueblo.”