El uso del Gas Natural Comprimido (GNC) en vehículos sigue creciendo en todo el país, pero este aumento no va acompañado de los controles necesarios para garantizar la seguridad. Uno de los problemas más graves es la falta de verificación de la oblea habilitante, un requisito indispensable para circular.
“Estamos viendo un descuido preocupante: muchos vehículos no realizan la renovación anual de la oblea ni la prueba hidráulica cada cinco años, como exige la normativa”, advirtió “Paco” Nassif, empresario del sector. Según datos de Enargas, desde 2021 a 2025 se registró una caída del 55% en la cantidad de vehículos habilitados. “Hoy, solo el 45% del parque automotor con GNC cumple con los requisitos para circular”, agregó.
La oblea habilitante certifica que el vehículo ha pasado las inspecciones necesarias y cumple con los estándares de seguridad. Sin embargo, en muchas estaciones de servicio no se exige esta documentación al momento de la carga, lo que representa un grave riesgo.
Nassif enfatizó que la falta de controles puede derivar en situaciones peligrosas: “Un tanque de GNC que no recibe mantenimiento puede presentar fallas que, en caso de accidente, podrían provocar explosiones o incendios”. Por eso insistió en que los responsables de las estaciones de servicio deben exigir la oblea antes de cargar gas, asumiendo un rol clave en la cadena de seguridad.
“La seguridad depende tanto de los usuarios como de los operadores y organismos de control. Es hora de tomar conciencia y actuar para evitar tragedias”, concluyó.