El mundo del deporte atraviesa una profunda conmoción tras la muerte de Paige Greco, la ciclista paralímpica australiana que hizo historia en Tokio 2020.
Greco falleció a los 28 años en su casa de Adelaida, luego de sufrir un “episodio médico repentino”, según informó su familia.
Sus padres la despidieron con un mensaje desgarrador: “Paige lo significaba todo para nosotros. Su amabilidad, su determinación y su calidez nos acompañaron cada día”.
La atleta se había convertido en un símbolo del ciclismo adaptado. En Tokio 2020 consiguió el primer oro paralímpico para Australia, rompiendo además el récord mundial en los 3.000 metros individuales C1-C3. Ese triunfo la catapultó a la elite del deporte internacional, al que siguió sumando dos medallas de bronce en ruta y contrarreloj.
Con una carrera relativamente breve, pero llena de impacto, Greco acumuló títulos y reconocimientos, entre ellos la prestigiosa Medalla de la Orden de Australia en 2022. Paralelamente, estudiaba ciencias del deporte, apostando a un futuro dedicado al desarrollo del alto rendimiento.
Desde Paralympics Australia despidieron a la atleta destacando no solo su talento, sino su calidad humana. “Era una atleta extraordinaria y, sobre todo, una persona excepcional”, expresó Cameron Murray, director ejecutivo de la entidad. Su partida deja un vacío enorme en el deporte y en todos los que la admiraban.