EL MOVIMIENTO FEMINISTA VUELVE A LAS CALLES ESTE 8 DE MARZO PARA CONCENTRARSE FRENTE AL CONGRESO

El movimiento feminista se moviliza al Congreso para enfrentar el avance del Gobierno sobre las políticas de género y los derechos de mujeres y diversidades. “La pregunta es qué ponés en el centro: el capital o la vida”, remarcan.

El movimiento feminista vuelve a las calles este 8 de marzo para concentrarse frente al Congreso. Muchas cosas cambiaron desde la última marcha y, en particular, desde que Javier Milei asumió como Presidente en diciembre del 2023: cerró el Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad; prohibió el lenguaje inclusivo y la perspectiva de género en la administración pública nacional y las Fuerzas Armadas; negó en reiteradas oportunidades la brecha salarial de género; se expresó en contra de la Educación Sexual Integral (ESI), y una diputada de su partido, La Libertad Avanza (LLA), presentó un proyecto para derogar la Ley de Interrupción Voluntaria del Embarazo (IVE).

Este ataque directo a las políticas de género pone en alerta al feminismo y obliga a replantear las estrategias para luchar y no perder lo conquistado.

“El clima de esta previa es muy distinto a otras marchas anteriores. Hay una mezcla de incertidumbre, angustia, un poco de impotencia por la crueldad y la capacidad de destrucción tan rápida que tiene este gobierno. El miedo de ocupar la calle también es algo real”, explicó Luci Cavallero, integrante de Ni Una Menos, a C5N.com. “Este 8M ha tenido el desafío de poder dar respuesta a estos climas afectivos que plantean las compañeras que participan de los espacios asamblearios”, agregó.

La secretaria general adjunta de ATE Nacional, Mercedes Cabezas, coincidió en que este año “hay algo claramente diferente” desde el punto de vista social y político. “En términos de sociedad hemos involucionado con la presidencia de Milei. No solo asistimos a una situación de mucha violencia en torno a los discursos sino que además, desde la mirada política, intentan hacernos involucionar en materia de derechos que hemos conquistado desde los feminismos y las diversidades”, consideró.

Todas estas son cuestiones que sindicatos, organizaciones sociales, el colectivo Ni Una Menos y militantes autoconvocadas debatieron en las Asambleas Feministas donde se organizó la movilización de este viernes. Los reclamos son varios: se suman el contexto económico, la crisis alimentaria y habitacional, el vaciamiento de las áreas de género estatales y el congelamiento de ingresos al programa Acompañar, destinado a fortalecer la independencia económica de mujeres y personas LGBTI+ en situación de violencia de género.

“Vamos a arribar a las calles nuevamente unificadas, con una sola voz en los reclamos. Eso nos parece muy importante para construir el futuro, sostener los derechos que hemos construido e ir por aquellos que nos faltan. La unidad del campo popular es fundamental para enfrentar aquellos embates que La Libertad Avanza o ‘La Prohibición Avanza’ intenta generar contra los derechos que hemos construido”, destacó Cabezas.

Las redes feministas y la ausencia del Estado

Frente a un Estado que se retira de la prevención y erradicación de las violencias por razones de género, el resultado es una carga aún mayor sobre las redes de organización feminista que trabajan en los territorios y los barrios y que son sostenidas, en gran parte, por trabajadoras no remuneradas. “Las redes feministas están muy sobrecargadas, y además estamos en medio de una crisis alimentaria y habitacional que también atraviesa la posibilidad de dar respuestas a la prevención de las violencias”, aseguró Cavallero.

Además, advirtió que la violencia contra mujeres y diversidades “se desinhibe y profundiza aún más” cuando es el propio Estado quien produce discursos y declaraciones misóginas y machistas, incluso desde las más altas autoridades. “Necesitamos políticas que apunten a la independencia económica de las mujeres, que es hoy el primer impedimento para salir de las violencias, y este gobierno lo que está haciendo es todo lo contrario: desmantelando el abordaje de las violencias, pero sobre todo implementando un ajuste que aumenta la precariedad y hace mucho más difícil salir de la situación de violencia”, reclamó la referente feminista.

En este contexto, destacó Cabezas, “la pregunta principal es qué ponés en el centro, si el capital o la vida. Si ponés el capital, probablemente tengas una mirada economicista sobre el Estado. Si ponés la vida, probablemente entiendas que el Estado tiene como principal función nivelar las desigualdades del sistema. Si la desigualdad tiene que ver con el género, el mandato con el que naciste o los estereotipos que crea la sociedad, entonces el Estado es el principal responsable de terminar con eso. El criterio económico te lleva a reducir derechos de la sociedad”, subrayó.

Resistencia y unidad: el rol del feminismo en el gobierno de Milei

Desde Ni Una Menos advierten que “el movimiento feminista ha sido señalizado por el Gobierno como uno de sus principales enemigos” y, en ese sentido, anticipan que cumplirá tres roles fundamentales dentro de la oposición a Milei. “Primero, proveer de lenguajes a la resistencia, pero también generar una alternativa política y organizar de manera transversal a los sectores afectados. Y, por último, dinamizar la ocupación de las calles”, enumeró Cavallero.

Por su parte, Cabezas remarcó que “las mujeres han sabido apoyarse en sus similitudes y correr sus matices para poder construir los derechos que fuimos ganando: la ley de Identidad de Género, la ley de Matrimonio Igualitario, la ley de IVE, la ley de ESI. Todos esos derechos fueron construidos en las calles. La aparición de un Ministerio de Mujeres, Géneros y Diversidad, también”, recordó.

“A pesar de los embates del Gobierno en detrimento de lo colectivo y ponderando lo individual, el movimiento feminista puede ser la piedra angular para mostrar cómo la unidad produce resultados concretos. Siempre que el pueblo irrumpió en los procesos políticos, los resultados fueron buenos. Creemos que se pueden construir síntesis que den la pelea concreta para terminar o con el rumbo del Gobierno o con el Gobierno, si fuera necesario”, afirmó.

La clave, anticipan desde los feminismos, será combatir las políticas económicas y represivas del Gobierno que vulneran los derechos conquistados por mujeres y diversidades, pero al mismo tiempo seguir avanzando hacia nuevos objetivos. “Creo que otro desafío también será mantener, aún en condiciones de extrema adversidad, una capacidad de imaginarnos y de soñar cómo son las políticas para el futuro”, concluyó Cavallero.

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