Por segunda subasta consecutiva, Luis Caputo ofreció solo bonos indexados a la inflación y refinanció poco más de la mitad de lo que vence en los próximos días. Envió señal de baja de tasas.
Deuda: detalles de la licitación
En esta oportunidad, la Secretaría de Finanzas, que conduce Pablo Quirno, recibió ofertas por un total de $2,17 billones, de los cuales adjudicó $1,53 billones. De esta manera, el Gobierno liberará al mercado el próximo lunes, cuando se liquide la operación, cerca de $1,4 billones.
Señal de tasas
Como también se preveía, el Gobierno logró colocar estos títulos a tasas de interés reales menores que en la licitación pasada (a fines de octubre), cuando habían cortado entre el 11,57% y el 11,98%.
En esta oportunidad, las tasas internas de retorno efectivas anuales (TIREA) fueron del 7,37% para el TZXY5, del 8,99% para el TZXO5, del 10,19% para el TZXM6 y del 10,15% para el TZXO6, informó Quirno. Se cree que la decisión de rechazar una cuarta parte de las ofertas realizadas por el mercado tuvo que ver con el objetivo de reforzar la señal de que el Tesoro no convalida niveles superiores de tasas para la curva CER.
De cualquier manera, la señal de tasas no estuvo dirigida solo a los instrumentos licitados. Sobre todo apuntó a la curva de las Lecap y los Boncap. El hecho de excluirlos de la operación, consideran en la city, buscó apuntalar el mensaje enviado en la subasta previa: que, como el Gobierno considera que la inflación seguirá en baja, las tasas tienen más espacio para comprimir, incluso después del retroceso que experimentaron durante el último mes en el mercado secundario.
El mercado volvió a reaccionar en esa dirección. Este miércoles hubo importante demanda de Boncap y Lecap largas, lo que elevó su cotización y comprimió aún más los rendimientos. Según calculó el trader Adrián Wibly, las tasas efectivas mensuales (TEM) de este segmento se redujeron entre 0,2 y 0,4 puntos porcentuales con respecto al nivel de hace una semana y cerraron entre 2,75% y el 3%. La curva quedó invertida, con retornos más bajos en la parte larga.
Resultado del canje del T2X5
Por otra parte, Economía había propuesto un canje voluntario a precios de mercado para los tenedores del Boncer T2X5, que expira en febrero del próximo año, con el objetivo de patear para adelante parte de ese vencimiento.
El resultado: el 38,25% de los acreedores ingresó al canje. A cambio, recibieron $3,43 billones de valor efectivo en el Boncer TZX26, que vence en junio de 2026.
“Esta operación representa una extensión de vida promedio de 1,38 años“, señalaron desde Finanzas. A diferencia del T2X5, el TZX26 no paga cupón de intereses (es un mecanismo que utiliza Caputo para que no se refleje en el resultado fiscal financiero), aunque cortó a una tasa nominal anual del 10,51% debido a su precio de colocación.